Muere el ex presidente del FC Barcelona Agustí Montal
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El FC Barcelona expresa su dolor por la muerte de Agustí Montal Costa (1934-2017), presidente del Club entre los años 1969 y 1977, que nos ha dejado este miércoles a los 82 años. El FC Barcelona quiere transmitir su más sentido pésame a la familia, con la que comparte estos momentos de dolor, junto con los socios, aficionados del Club y el mundo del fútbol.
Herencia y legado barcelonista
Agustí Montal i Costa era el presidente vivo más antiguo del Club, en el que ejerció la presidencia de 1969 a 1977. Su nombre está íntimamente vinculado con el fichaje de Johan Cruyff y la consecución de la Liga la temporada 1973-74 después de 14 años del último título de Liga, y con el posicionamiento explícitamente catalanista del Club en los últimos años del franquismo. El apellido Montal tiene una gran significación en la historia del barcelonismo, ya que Agustí Montal Costa era hijo de Agustí Montal Galobart, que también fue presidente del Club de 1946 a 1952. De hecho, es el único caso en la historia del club en que un padre y un hijo hayan sido presidentes.
Nacido en Barcelona el 5 de abril de 1934 en el seno de una familia de empresarios del textil, estudió hasta convertirse en ingeniero industrial. De muy joven comenzó a practicar diversos deportes, como el hockey hierba, el tenis, el fútbol, además de hacer regatas con sus hermanos en Arenys de Mar. En 1958 se casó con Anna Prat, con la que tuvo cuatro hijas y un hijo. En 1964 murió su padre y con tan sólo 30 años se tuvo que hacer cargo de Industrial Montalfita, que fue el centro de su actividad empresarial hasta que la crisis de la industria textil la hizo cerrar en 1989.
Como barcelonista, Montal hijo había vivido de muy joven los éxitos del Barça de las Cinco Copas, pero también la sequía de los años sesenta. En 1968 Montal fue uno de los tres vicepresidentes del club en la junta de unidad que encabezaba Narcís de Carreras. Esa junta no duró mucho, y en diciembre de 1969 los pocos socios compromisarios que entonces podían elegir al presidente eligieron a Montal con un ajustado resultado de 126 a 112 votos frente a Pere Baret. Muchos creían que Montal no tenía suficiente carácter para sacar adelante el club, pero pocos meses después de la elección se puso a prueba su firmeza. El primer conflicto importante fue el famoso penalti señalado injustamente por el árbitro Guruceta en junio de 1970. Ante aquella flagrante injusticia, Montal se quejó a las autoridades deportivas señalando que esa decisión formaba parte de un conjunto de decisiones que perjudicaban sistemáticamente al club. Era la primera vez que el club expresaba formalmente su disgusto a unas autoridades deportivas que no estaban acostumbradas a ninguna protesta pública.
Montal volvió a poner contra las cuerdas a la federación cuando ésta no aceptó el fichaje por parte del club de dos jugadores oriundos (descendientes de españoles), cuando sí había autorizado los fichados por otros clubes. Encargó un informe al abogado Miquel Roca para demostrar que muchos de los supuestos oriundos no lo eran. Con la fuerza de este informe obtuvo su verdadero objetivo, que era que la federación abriera la puerta al fichaje de jugadores extranjeros. Este paso fue imprescindible para conseguir su mayor éxito: la contratación del verano de 1973 de Johan Cruyff.
Con la llegada de Cruyff se abrieron nuevas esperanzas deportivas, con la brillante temporada 1973-74. Con Cruyff sobre el césped el presidente Montal revalidó el cargo con comodidad en las elecciones de compromisarios de diciembre de 1973, cuando se impuso a Lluís Casacuberta por 902 a 340 votos. Aquella temporada fue la más feliz para Montal en la presidencia, con el célebre 0-5 en el Santiago Bernabéu y la consecución del campeonato de Liga cinco jornadas antes del final. Fue un revulsivo enorme para un equipo que hacía catorce años que no ganaba el título, y que en el primer mandato de Montal sólo consiguió la Copa del Generalísimo de 1971 y la finalísima de la Copa de Ferias del mismo año. La presidencia de Montal debe caracterizarse también por su apoyo a las secciones del club, y la construcción del Palau Blaugrana y la pista de hielo, inaugurados en octubre de 1971.
Durante la presidencia de Montal el club acentuó su catalanización dentro de los límites de los años finales de la dictadura franquista. Promovió un boletín del club que introdujo la lengua catalana, imprimió los carnés de socio en catalán y fue llamado al orden por el gobernador civil por utilizar el catalán en la megafonía del Camp Nou. Hizo suyo el lema "más que un club", que utilizó en la campaña de reelección en 1973. También hay que destacar que en su mandato el club apoyó el I Encuentro de Peñas Barcelonistas, y sobre todo la celebración de los actos del 75 aniversario, que identificó al club con el vanguardista cartel de Joan Miró. El 75º aniversario presidido por Montal nos ha dejado un legado permanente, que es el Cant del Barça, compuesto con motivo de aquella conmemoración y que definió muy bien qué quería ser el club. En todos estos aspectos sociales, el mandato de Montal culminó durante la transición, cuando propuso a la asamblea de socios en abril de 1977 la adhesión del club a la demanda del estatuto de autonomía de Catalunya, y con el recibimiento en el Camp Nou en octubre de 1977 del presidente de la Generalitat en el exilio, Josep Tarradellas.
Fiel al compromiso de no sobrepasar los ocho años en la presidencia, Montal dimitió en diciembre de 1977, y fue sustituido por su vicepresidente, Raimon Carrasco, que convocó elecciones unos meses más tarde. Al dejar la presidencia, Montal continuó su trabajo en la industria textil y en otras instituciones. Formó parte del equipo directivo de la Caixa de Pensions en diferentes cargos de 1982 a 1992, y también fue director general y presidente de Mutuam, y también de la Fundación Enciclopedia Catalana. Su trayectoria en todos estos ámbitos lo hicieron merecedor de la Creu de Sant Jordi, que le otorgó la Generalitat en 2004.
Montal había afirmado muchas veces que uno es presidente del club durante unos años, pero esta condición no te deja nunca, y los otros siempre te ven como un antiguo presidente del club. Por ello, a pesar de sus múltiples ocupaciones posteriores, siempre fue visto como un ex presidente del Barça. Es lo que más le marcó en la vida pública catalana, por lo que tituló sus recuerdos Memorias de un presidente azulgrana en tiempos difíciles. Fue un hombre afable, cercano con seguidores y periodistas, que miraba de suavizar los conflictos. Quizá por eso en las últimas frases de sus memorias dijo que "procuro reír y hacer reír".
La capilla ardiente se abrirá este miércoles a las 18 hores en el Tanatorio de les Corts. El funeral tendrá lugar este jueves a las 13 horas en la Església de Sant Vicenç de Sarrià y el viernes se abrirá un espacio en el Camp Nou para rendirle homenaje y darle el último adiós.
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