El 17 de junio de 2008 Pep Guardiola sustituyó a Frank Rijkaard en el banquillo barcelonista. El técnico de Santpedor asumía las riendas del primer equipo tras una campaña excelsa con el Barça Atlètic, con el que logró el campeonato de Tercera División y el ascenso a Segunda B.
El resto es historia. El conjunto entrenado por el legendario '4' azulgrana ha entrado en la eternidad como una de las mejores escuadras del fútbol. Ya en la primera temporada, la 2008/09, logró el triplete -Liga, Copa y Champions-, al que se añadieron tres títulos más -Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes- al inicio de la campaña 2009/10. Así nacía el Barça de las Seis Copas, un hito que todavía nadie dentro del mundo del fútbol ha sido capaz de igualar.
Dos Champions en tres años
La segunda temporada del catalán en el banquillo -2009/10- también se saldó con un nuevo título de Liga, además de los tres títulos mencionados antes. Y el curso 2010/11 se volvió a levantar la Liga de Campeones en Wembley tras superar de nuevo al Manchester United (3-1). Además, se logró el tercer título de Liga consecutivo, y se añadió una nueva Supercopa de España al palmarés azulgrana.
La despedida de un entrenador de leyenda
La voracidad de Guardiola y sus jugadores les llevó a aumentar su palmarés durante la temporada 2011/12 con una nueva Supercopa de España, la Supercopa de Europa, otro Mundial de Clubes y la Copa del Rey, el último título que levantó el técnico catalán como inquilino del banquillo del Camp Nou. Un gran triunfo por 3-0 contra el Athletic Club en el Vicente Calderón significó la despedida perfecta para un técnico único e irrepetible que ha calado profundamente en la memoria de todos los culés.