En su primera temporada, su único éxito fue la victoria en la Finalísima de la Copa de Ferias que el equipo azulgrana pasó a tener en propiedad tras derrotar al Leeds United en partido único en el Camp Nou. En la Liga, una inesperada derrota en la penúltima jornada en el campo del Córdoba provocó la pérdida del título. La temporada siguiente, a pesar de los esfuerzos, tampoco se pudo obtener ningún título.
El aficionado azulgrana tuvo que esperar que llegara el gran Johan Cruyff en el verano de 1973 para volver a ganar la Liga después de catorce años de sequía. Con la estrella holandesa, el esquema de Michels no tenía fisuras y funcionaba a la perfección. Pero la temporada 1974/75 fue la del reencuentro con los malos resultados y la falta de títulos. Marinus Michels, entonces, fue cesado, y, así, se puso fin a la que sería su primera etapa azulgrana.
Pero no tardó mucho en volver, ya que la temporada 1976/77 volvió a sentarse en el banquillo del Camp Nou. Su periplo por Can Barça finalizó el curso 1977/78 con la consecución de su tercer título barcelonista, la Copa del Rey.
