Sergio González: "Ahora me toca devolver al Barça todo lo que ha hecho por mí"

El 5 de marzo de 2024 siempre quedará guardado en el recuerdo de Sergio González. Ese día, en Jaén, se hizo una rotura en el ligamento cruzado anterior con afectación en el menisco externo de la rodilla izquierda. Una lesión de larga duración que le ha apartado de los terrenos de juego durante 313 largos días. El regreso en la pista del Córdoba el pasado 11 de enero de 2025 fue un momento especial para el de Montcada, que dejaba atrás el calvario. Ahora, totalmente recuperado y preparado para todo, afronta los últimos seis meses de temporada con ilusiones completamente renovadas.

Primero de todo, ¿cómo te encuentras?

Me encuentro muy bien, la verdad. Las sensaciones son muy positivas y esto es el reflejo del trabajo que hemos realizado durante todos estos meses. Siempre me he encontrado muy fuerte durante buena parte del proceso y estoy muy contento de que mi regreso sea tan bueno como esperaba.

¿Qué pensaste el otro día en Córdoba cuando te llamaron para entrar en pista?

Se me pasó por la cabeza todo lo ocurrido. Pero, si te soy sincero, en ese momento no estaba nervioso. Lo había estado antes, especialmente tras la siesta. El viaje hacia el pabellón fue muy emocionante. Pero después, una vez allí, te concentras y lo único que quieres es volver a jugar y empezar a demostrar de lo que eres capaz. Enseñarle a todo el mundo y a mí mismo que he vuelto muy bien y que ya estoy preparado para aportar y ayudar al mejor equipo del mundo.

Y qué mejor manera de hacerlo... Primera rotación para coger sensaciones, y gol en la segunda. ¿Te habías imaginado ese regreso?

No sabría responderte si me lo esperaba o no, pero sí que es verdad que yo ya lo había visualizado. Con el psicólogo lo habíamos trabajado y habíamos hecho mucho trabajo en estos meses. Ha ido por partes, evidentemente, pero a medida que se avecinaba el debut hacíamos visualizaciones de cómo me veía volviendo a jugar. Y siempre me he visto fuerte, con confianza, e incluso marcando, que es una de mis facetas del juego. Así que, en el momento que marqué, sentí mucha satisfacción, mucho orgullo y una sensación de felicidad inmensa porque el trabajo hecho había merecido la pena.

Imagino que la psicología ha sido fundamental en la recuperación. ¿Cómo te ha afectado mentalmente todo este proceso?

Me afectó muchísimo, pero por suerte vuelvo ya a disfrutar de lo que hago. Con todas las lesiones, pero especialmente con las de larga duración, dejas de ser tú, te sientes muy vacío por dentro, súper solo. Nosotros estamos acostumbrados a tener una dinámica de equipo y cuando te quitan la posibilidad de vivir los momentos de grupo te sacan gran parte de ti.

A partir de ahí pasé por momentos muy malos, momentos en los que no podía valerme por mí mismo y necesitaba a mi familia para todo. Además, nos dejó mi abuela y fue durísimo. De la misma ansiedad que tenía, me olvidaba de las cosas. Y es que soy una persona muy planificada, ordenada, que debe tenerlo todo controlado y no entendía cómo podía olvidarme de según qué. Era el ejemplo de que lo estaba pasando fatal. Pero poco a poco comienzas a mejorar, te pones objetivos a corto plazo y los vas consiguiendo. Esto es gasolina para saber que volverás a ser tú.

¿Cuándo fuiste realmente consciente de lo que te esperaba?

Después de la operación. Desde que me lesioné hasta que me operaron pasaron dos semanas eternas. El reloj estaba como parado. Cuando pasó la operación llegó el peor momento. No podía hacer nada solo y volví a casa de mis padres, porque si no era imposible. Intenté que mi entorno estuviera bien, pero sin querer estaban sufriendo por mí y me dolía. Por eso, el otro día, cuando vi a mis padres, a mi hermano y a mi pareja en Córdoba, felices y que por fin habían cambiado el sufrimiento por la ilusión, me llenó muchísimo.

¿Recuerdas aquel fatídico 5 de marzo?

Sí, todo. Recuerdo perfectamente el momento y recuerdo que se me detuvo todo. En ese justo momento yo ya sabía que me había hecho mucho daño y la tristeza se apoderó de mí. Luego costó muchísimo que se marchara...

Desgraciadamente, en el equipo había otros casos. ¿Te apoyaste en ellos?

Sí. De hecho aquella temporada había tenido a Alex (Yepes) un mes en casa, después de romperse, porque vivía en Cunit y estaba solo. Estuvo un mes en mi casa y un mes más en casa de Sergio Lozano hasta que pudo empezar a valerse por sí mismo. Cuando me tocó a mí, tiré mucho tanto de él como de Sergio. A veces les decía que me sabía mal ser pesado, pero les pregunté muchas dudas durante todo el proceso y me fue bien para tranquilizarme. Por suerte no tuve muchas complicaciones y todo ha terminado bien, pero les estoy muy agradecido por la ayuda y los consejos.

Y claro, dentro de la gravedad de la situación, la tranquilidad de saber que estás en buenas manos en el Barça...

Me siento muy afortunado y agradecido por todas las facilidades que me ha dado el Club. Aparte, como soy de Montcada, he podido pasarlo en casa. Me imaginaba en otro club, lejos de los míos y sin tantas facilidades, y se me hacía un mundo. De verdad que estoy muy agradecido al Barça por cómo ha ido la recuperación. Así que ahora me toca a mí devolverlo todo en forma de rendimiento deportivo.

¿Te han tenido que frenar los médicos?

Nunca me he saltado una serie, repetición o ejercicio. Sí que es cierto que soy de esas personas que quizás hace más de lo que tiene que hacer y quizás sí que han tenido que frenarme en algún momento. Pero es que mis sensaciones llevaban tiempo siendo muy buenas. Creo que me ha ayudado que, administrativamente, yo no podía volver hasta enero, porque esto ha hecho que no tuviera tanta presión para volver cuanto antes. Pero si hubiera podido jugar antes, quizás hubiera sido muy pesado.

Ahora ya has dejado atrás el calvario y empieza una nueva etapa. ¿Qué esperas de la temporada?

Ahora mismo me siento listo para darlo todo. En algunos casos los médicos ponen limitaciones de tiempo o de juego en el regreso, para reincorporarse poco a poco, pero en mi caso desde el primer momento le dijeron al míster que contara conmigo para lo que quisiera. Han sido diez meses horribles, pero he vuelto muy fuerte y es el reflejo del trabajo hecho por parte de todos. Así que ahora sólo espero poder aportar muchísimo al colectivo. Con la filosofía que tiene Tino Pérez creo que soy un jugador que entra en sus esquemas y que puede aportar muchas cosas. Ya no te digo ni una cantidad de goles, que sé que los tendré que hacer porque es mi trabajo, pero sí sé a ciencia cierta que lo daré todo.

"Debemos demostrar que somos el mejor equipo del mundo y que queremos ganarlo todo"

Próximo reto, la Supercopa. ¿Cómo ves al equipo?

Tenemos ganas de dar un golpe sobre la mesa. Hemos sufrido una pequeña mala racha, pero ahora ya hemos encontrado la tecla. Quizás mucha gente dirá que la Supercopa no es importante, pero nosotros estamos 100% empeñados en ganarla. Puede marcar mucho la temporada, porque puede darnos una confianza extra. Si hacemos lo que hemos hecho en los dos últimos partidos, tenemos muchas opciones de vencer. Debemos demostrar que somos el mejor equipo del mundo y que hemos venido a ganarlo todo. Si no lo hacemos así, nos equivocaremos. Pero veo a mis compañeros con la intención de salir a comerse la pista y a demostrar quiénes somos.

¿Y también serviría para dejar atrás, ya por fin, el mal sabor de boca de la pasada temporada?

Sí, todos sabemos las dificultades que sufrimos el año pasado. Sin embargo ganamos un título como la Copa de España, que fue brutal, también en Cartagena. Así que sí, para nosotros la Supercopa significa mucho. Es volver a ganar, conseguir un título más para nuestras vitrinas y sumar tranquilidad. Demostrar que vamos por el buen camino. Además, también puede servir para quitar espinitas. En mi caso, la lesión, al igual que muchos compañeros que el año pasado tuvieron problemas.

Pase lo que pase, después llegará un momento muy importante, que será el regreso al Palau el próximo 25 de enero, también contra el Cartagena. ¿Cuánto has soñado con ese momento?

Lo he visualizado tantas veces... y me emociono de pensarlo. De hecho, hace un tiempo me imaginaba mirando a la grada y no me veía capaz de controlar las ganas de llorar. Será un momento muy especial para mí sin duda alguna. Mi pareja siempre me dice que la vuelta de verdad será el día que vuelva a jugar en el Palau, porque es que habrá pasado prácticamente un año. Me sentiré infinitamente querido, también agradecido, y espero que sea un gran día. Lo tengo marcado en rojo en mi calendario. Espero que vaya todo bien, como tantas veces me he imaginado y como todo el mundo merecemos. No sólo yo, de verdad, sino también todo el que me ha ayudado a llegar a este momento con la fortaleza con la que lo he hecho.