"Se agradece el contacto con la presidencia del Club"
Pere Ripoll i Garcia, socio número 299 del FC Barcelona, 88 años, es uno de los cuatro senadores que disfrutó del Barça - Sevilla del domingo desde el palco presidencial del Estadio Olímpico Lluís Companys, aprovechando el programa Llotja Oberta. Culé desde la cuna, Ripoll ha vivido buena parte de los 125 años de historia del Club. “Hace poco recibí la insignia de oro y brillantes, pero antes de hacerme socio, cuando era niño, ya iba a Les Corts. Sigo al Barça desde 1944”, asegura. Ochenta años de barcelonismo merecen el máximo respeto, por eso lo que sucedió el domingo es de justicia.
Antes de ver la victoria del Barça (5-1) ante el Sevilla, Ripoll intercambió unas palabras con el presidente Laporta y se fotografió con él en el antepalco. “Me parece muy bien que se invite a los socios más antiguos al palco. En los muchos años que he sido socio, en ocasiones me he sentido distanciado de la presidencia. Este contacto se agradece”, comentaba después. Desde la inauguración del Spotify Camp Nou, en 1957, Pere Ripoll ha sido socio con abono en la lateral cubierta. "Aún guardo la entrada del día de la inauguración", dice.
No tiene dudas cuando se le pide que elija un partido: "La remontada contra el PSG me emocionó más que ningún otro". Pero su memoria llega hasta los tiempos de Les Corts. “Recuerdo los empujones que teníamos que hacer, y los que recibíamos, para entrar. Los que llegaban tarde empujaban para encajarse. Hubo un día en el que se rompió la barandilla del gol sur y la gente saltó el terreno de juego. La policía pensó que era una invasión de campo y empezaron a repartir leña. Tuvo que intervenir el Gobernador Civil”, rememora.
Les Corts quedó pequeño y, por eso, nació el Spotify Camp Nou. Sesenta y cinco años después de su inauguración, tocaba rehacerlo y así ha sido. “Era el momento, era necesaria una reforma importante. Había zonas muy deterioradas”, considera Pere Ripoll. A su lado, Mariona Ripoll, 16 años, le mira con ojos de nieta orgullosa. También culé desde la cuna, y socia, acompañó a su abuelo al palco del Estadi Olímpic Lluís Companys, como lo hicieron otras tres personas con otros tantos senadores y senadoras.