El Barça está en la final de la Supercopa de España, en parte, gracias al acierto de Robert Lewandowski. El polaco abrió la lata en el minuto 59 de la semifinal ante Osasuna, superando a Sergio Herrera con un disparo seco y raso tras una gran asistencia de İlkay Gündoğan, y lo celebró deslizándose por el césped del Al-Awwal de Riad para celebrar su undécimo gol de la temporada.
Un gol importantísimo para el equipo, que se encuentra aun partido de poder levantar el primer título en juego de la temporada, y que también lo eleva como el único jugador del equipo que ha sido capaz de marcar en las cuatro competiciones que ha jugado. Hace unos días, cuando marcó de penalti en Barbastro en la Copa del Rey, él mismo y Fermín López se convertían en los únicos que habían marcado en tres competiciones (Liga, Copa y Champions), pero el 9 culer le ha sumado también la Supercopa de España, donde seguro que buscará también perforar la red rival en la final, en un gran Clásico ante el Real Madrid.
Algo que ya ocurrió la pasada temporada, cuando también en la final de la Supercopa, y también ante el Real Madrid, el polaco marcó el que, de momento, es su único gol en un Clásico. Ese día, Lewandowski marcó nada más empezar la segunda mitad, con un gol que significaba el 0-2 después de que en la primera parte él mismo hubiese asistido a Gavi en una final que cayó del bando azulgrana por 1-3. Ahora, la historia se vuelve a repetir, y ojalá que con el mismo desenlace.
