Iñaki Peña: “Siempre me he entrenado como si tuviera que competir”
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La baja por lesión de Marc-André ter Stegen ha situado a Iñaki Peña (Alicante, 02/03/1999) bajo los palos de la portería del Barça. Hasta que el alemán tuvo que pasar por el quirófano como consecuencia de sus problemas de espalda, las apariciones de Peña en el primer equipo habían sido muy puntuales. Ahora dispone de la continuidad que todos los porteros necesitan para demostrar lo que valen. Formado en La Masia, ha esperado pacientemente su turno desde hace varias temporadas. Por fin le ha llegado.
* Esta entrevista se grabó para la Revista Barça 118 antes de la victoria del Barça ante el Almería
Se ve titular del primer equipo después de muchos años en La Masia, de una cesión al Galatasaray y de unas cuantas temporadas en el banquillo. ¿El camino ha merecido la pena?
Sí, sí. Al fin y al cabo, todo el mundo quiere jugar y sentirse importante dentro del equipo. Por otra parte, sé cuál es mi rol y mi pensamiento no cambia ahora que puedo sumar minutos e intervenir de forma directa en el equipo.
¿Se toma esta titularidad como un premio a la paciencia?
En el rol de segundo portero hace falta tener paciencia, porque nunca sabes cuándo te llegará la oportunidad. Tienes que estar preparado al máximo para poder rendir si se te necesita y entrenarte siempre como si tuvieras que competir. De repente, te puede tocar competir de un día para otro. Por eso, desde el primer momento he querido aprovechar cada entrenamiento para mejorar. Al lado de mis compañeros y de un portero como es Marc, se aprende mucho. Y con paciencia todo llega.
¿Habrá sido importante su entorno, verdad? El apoyo que ha recibido en casa.
Muy importante, sí. Mi pareja y mi familia son quienes me aguantan. Es importante saber escucharles porque me ven en los buenos momentos y en los malos.
Y Ter Stegen, ¿lo ha ayudado?
Sí. El portero que juega sabe cuál es su papel y cuál es el papel del otro portero. Tratamos de ayudarnos al máximo, y de hacernos mejores mutuamente, al tiempo que competimos por la portería. Ambos nos entrenamos con la máxima exigencia y esto nos hace mejores.
Le tocó asumir la titularidad en un momento delicado. ¿Habría preferido una situación más dulce?
Hubiera querido jugar en cualquier circunstancia, pero sí que es verdad que no he entrado en el equipo en la mejor época. En cualquier caso, en todas las temporadas los equipos pasan por rachas mejores y peores. Si te toca entrar en una mala hay que bajar la cabeza e intentar hacer lo máximo posible para ayudar al equipo a salir adelante.
Ha dicho alguna vez que su referente es Víctor Valdés...
Así es. Cuando era niño, a los cinco o seis años, el portero que vi en la portería del Barça fue Víctor. Como ya era culé, tiré para casa y, por eso, él fue mi ídolo.
¿Qué es lo que más le gustaba de Valdés?
Cómo respondió a la idea de empezar el juego desde atrás que proponía Guardiola, haciendo que el portero participara como un jugador de campo más con los pies. Valdés lo hizo con valentía y carácter. Fue un referente en este sentido. Si fallaba lo volvía a probar. Esa mentalidad es admirable.
Se le ve más musculado que en temporadas anteriores. ¿Ha trabajado el aspecto físico de forma especial?
¡Sí! Cuando no compites necesitas retos que te lleven al límite a diario. Si no, todo resulta más difícil. Jugar a menudo es incompatible con el gimnasio, pero éste no ha sido mi caso. Por eso me marqué el objetivo de ganar potencia y masa muscular, algo que me ha proporcionado muchos beneficios. Lo he notado, en los entrenamientos y en los partidos.
El cuerpo técnico siempre le ha demostrado confianza.
Cuando llegó Xavi yo había estado varias temporadas en el filial y era el tercer portero del primer equipo. Me dijo que veía potencial en mí para ser portero del primer equipo y yo le respondí que, para que así fuera, necesitaba salir y verme competir en otro sitio. Debo agradecerle que me dejara marchar cedido en ese momento, a media temporada, al Galatasaray. Me dio toda la confianza y cuando volví me dijo que veía condiciones en mí para poder competir con Marc. Por eso renové la pasada temporada.
¿Fue una buena decisión ir a Turquía?
Necesitaba un cambio de chip después de cuatro o cinco temporadas alternando el filial y el primer equipo. Cuando eres joven necesitas minutos de calidad. En ese momento me llegó la oportunidad de ir a Turquía, al Galatasaray, y estoy muy orgulloso de haberla aprovechado. Era una decisión arriesgada: el equipo estaba cerca del descenso y yo tenía que suplir al capitán y al ídolo local, Muslera, que estaba lesionado. Allí encontré a un entrenador como Domènec Torrent y a Ricard Segarra, el entrenador de porteros, que había estado en el Barça. De hecho, ellos me convencieron y descarté otras propuestas que tenía de la Liga española. Y acerté.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Domènec Torrent?
Quería ir a un equipo con una metodología de juego lo más parecida posible a la del Barça y Domènec ha trabajado con Guardiola muchos años. Sabía lo que me pediría y él sabía lo que yo podía darle. Esto es lo que acabó de decidirme.
Y con Muslera, ¿qué relación tuvo con el guardameta uruguayo?
Muy buena. Es una institución en el Galatasaray, hace once o doce años que juega y ¡habla turco! Llegué porque él había sufrido una lesión grave en el menisco y me ayudó mucho, como profesional y en el ámbito personal. Le tengo mucho cariño, hablamos de vez en cuando.
Su debut en el Spotify Camp Nou como titular fue, curiosamente, con el Galatasaray. Aquel partido de Europa League, que terminó 0-0 después de una gran actuación suya, debe ser muy especial para usted.
En ese partido hice un clic mental. Me demosté que podía ofrecer un buen nivel en la alta competición. Estoy muy contento de esa actuación, claro. Seguramente sirvió para que acabara de convencer al Barça.
Pero el primero que se convenció fue usted…
Sí. Cuando me fui a Turquía fue para ver si era capaz de competir al máximo nivel. Tantos años alternando el filial y el primer equipo no me permitían verme competir con regularidad. Jugué cinco meses a muy buen nivel y eso me dio confianza para volver.
En el Spotify Camp Nou aún no ha jugado como titular con el Barça, pero sí lo ha hecho en Montjuïc. Y la afición le ha demostrado mucho cariño. ¿Qué se siente cuando cantan tu nombre?
Orgullo y agradecimiento. Desde el primer día que me ha tocado entrar en el once titular me han demostrado cariño y confianza. Y esto te ayuda mucho a competir.
¿Qué le parece el Nápoles como rival en la Champions?
Al empezar la temporada habríamos firmado el rival más difícil, porque eso quería decir que, después de dos años de no hacerlo, pasábamos la liguilla. El objetivo era ser primeros de grupo y lo logramos. Nos hemos demostrado que podemos competir y llevar al Barça donde debe estar, que es entre los mejores. ¿El Nápoles? Ya veremos cómo llegamos los dos equipos. Creo que será importante hacernos fuertes en casa.
¿Su principal objetivo profesional es acabar siendo el titular indiscutible de la portería del Barça?
Todos queremos ser titulares y entrenamos con ese objetivo. Si te conformas siendo el segundo portero, terminas no siendo ni el segundo portero. Sé cuál es ahora mi rol en ese equipo; si en el futuro puedo ser el titular indiscutible, mejor.
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