Gündoğan ya hace de las suyas siendo un asistente de lujo

El mágico último pase de Gündoğan ya funciona, y es decisivo. La precisión alemana del 22 azulgrana ha relucido en dos victorias del Barça en este inicio liguero. El Estadio Olímpico Lluis Companys y El Sadar vivieron en primera persona la genialidad del de Gelsenkirchen en el pase que enfoca gol.  

Dos asistencias en los primeros cuatro partidos ligueros de barcelonista para actualizar y mejorar sus estadísticas. Porque en sus últimos 20 partidos de Premier League con el Manchester City firmó dos pases de gol. Sin duda que su ratio ha tenido una mejora substancial. Y ha puesto contento a Xavi Hernández. Elogiador de la incorporación del germánico. “El partido requería un último pase, por eso fichamos a Gündoğan”, explicó el técnico de Terrassa tras el triunfo ante el Cádiz. 

Maestro asistente con dos pases para abrir el marcador

Corría el minuto 81 y 50 segundos cuando el periscopio se activó. Conexión a la frontal del área con Pedri para cerrar la defensa cadista. Una asistencia milimétrica con el exterior del pie para dejar su primera clase de maestro asistente. Se desató la euforia en el público presente en el Estadi Olímpic, y también en una plantilla que felicitó al pasador de lujo. 

En Pamplona, era el minuto 45, y el FC Barcelona también sufría para abrir la lata. Mano derecha alta y carrera pequeña para servir un córner melódico a la cabeza de Kounde; y las dificultades para marcar goles, solucionadas. De nuevo gracias a la precisión de İlkay Gündoğan, los de Xavi Hernández hacían subir el primer gol al marcador. Dos magníficas asistencias para romper el 0-0 y poner rumbo hacia la victoria. Porque el encuentro en El Sadar también acabó en triunfo. 

Gündoğan ya ha hecho de las suyas en estos primeros cuatro partidos de Liga con el FC Barcelona. Las asistencias son las estadísticas más tangibles a la vista del aficionado. Ahora bien, el 22 está empezado a dejar su huella en el juego azulgrana. Participativo en las posesiones y llegador de segunda línea para colarse entre los espacios de las defensas. Unas retaguardias que empiezan a presenciar las travesuras del centrocampista teutón. Un maestro asistente que, progresivamente, acrecienta sus números con la elástica culer.