Anna Cruz: “Tener más visibilidad aumenta los referentes femeninos”

Anna Cruz tiene una carrera exitosa en el mundo del baloncesto. Un deporte que ama desde pequeña y donde pone la pasión del primer día. Con el 15 a la espalda ha vuelto a vestir de azulgrana después de entrar en el Olimpo del deporte del balón naranja. Ha pasado a formar parte de un elenco privilegiado de seis jugadores/as del estado español con un anillo. La desigualdad, pero no le hace tener el mismo reconocimiento.

¿Qué significa defender el escudo del Barça en una sección femenina?
Tanto en una sección femenina como en una masculina, es una responsabilidad y un privilegio. Empecé en el Barça cuando era pequeña y ahora estoy terminando mi carrera profesional. Me siento en casa. 

En concreto, 20 años más tarde has vuelto a vestir de azulgrana. ¿Ha cambiado mucho el baloncesto femenino del Barça en este lapso de tiempo?
El baloncesto por lo general ha cambiado. Ahora, es más físico; también han cambiado las infraestructuras, la forma de tratarnos... Se van dando pasos adelante, pero todavía hay un camino largo por recorrer. 

¿Crees que el Barça femenino de baloncesto puede seguir creciendo? ¿Dónde está el techo?
Acabamos de empezar la primera liga profesional. Esta es una buena temporada, que puede ser el inicio de un proyecto de larga duración si se lo cuida. 

¿Qué referente tenías cuando te iniciaste en el baloncesto?
Me fijaba mucho en Laia Palau, cuando yo era muy pequeña y ella estaba en el primer equipo senior azulgrana. Además, la vida nos ha ido juntando en distintos equipos. Primero fue una referente y ahora es amiga.  

¿Crees que ahora las chicas que se arrancan en el mundo del baloncesto tienen más referentes, más jugadoras de baloncesto para reflejarse que antes?
¡Sí! Tenemos más visibilidad y, por tanto, es más fácil tener referentes femeninos. Antes, si no jugabas en el mismo club, era muy complicado ver un partido de baloncesto femenino por la televisión. Ahora, tenemos mucha más repercusión mediática y, por tanto, favorece que las niñas pequeñas puedan fijarse en nosotras y tener más referentes. En definitiva, tener más visibilidad aumenta los referentes femeninos. 

¿Qué siente Anna Cruz al ser una referente para estas chicas?
Nunca me he planteado que sea un referente. Pero, me hace ilusión, la misma que tenía cuando era pequeña y veía a Laia Palau. Ahora hace gracia ser esa persona que puede inspirar a niñas pequeñas. 
 
¿Deportistas como Anna Cruz con una carrera de mucho éxito incentiva a las chicas a adentrarse en el mundo del baloncesto?
Es hacer que un sueño sea más palpable para ellas. Ojalá que todo el trabajo que hace años que hacemos, el hecho de que el Barça CBS esté en Primera División, que yo lleve 20 años como profesional, los logros alcanzados o los títulos ganados con la selección española sea un impulso y una motivación para a niñas pequeñas.
 
Por ejemplo, has conseguido un anillo de la WNBA y has ganado tres europeos con la selección femenina española. ¿Sientes que estás en el mismo escalón exitoso que jugadores como Pau o Marc Gasol, que también han ganado la NBA y distintos títulos con la selección española?
No. No tenemos el mismo reconocimiento. Jugadoras del estado español que hayan ganado el anillo ahora mismo somos tres: Amaya Valdemoro, Astou Ndour y yo misma; y en el masculino también son tres: los hermanos Gasol e Ibaka. Pero la relevancia que ellos tienen y la relevancia que tenemos nosotros no es la misma. Es comparable con la sociedad en la que vivimos. Es cierto que poco a poco estamos intentando cambiar cosas y que estamos dando pasos adelante para que la desigualdad sea menor, pero puedo afirmar que no tenemos el mismo reconocimiento.

¿Qué cambios crees que deberían producirse en la sociedad para que hubiera ese mismo reconocimiento?
Creo que debería dejar de compararse entre baloncesto masculino y baloncesto femenino. Deberían ser como dos deportes distintos, ya que existen diferencias. Por ejemplo, las condiciones físicas. Cuando todo el mundo entienda que jugamos diferente porque partimos de puntos diferentes, se podría empezar a hablar sobre el baloncesto femenino de otra forma. Porque el baloncesto femenino también puede enganchar, llamar la atención de la gente y ser un deporte por el cual se apueste. 

¿Podríamos decir que el baloncesto femenino en Estados Unidos llama más la atención? ¿Es muy diferente a lo que tenemos en Catalunya/España?
Noté que en Estados Unidos les gusta hacer las cosas a lo grande. Existen muchas diferencias. En el continente norteamericano está culturalmente más aceptado que seas deportista. Recuerdo que en Catalunya combinaba los estudios con entrenar y jugar con el equipo senior y no todo el mundo lo entendía. En cambio, en Estados Unidos te facilitan este tema; que puedas hacer ambas cosas a la vez sin sentirte mal. Puedes compaginarlo mejor. 

¿Crees que algún día el baloncesto femenino de Catalunya será como el de Estados Unidos?
Esperamos que sí, es como todo. Yo con 36 años puedo aprender mucho de lo que estoy viviendo todos los días. Por tanto, si vas con una mentalidad abierta, puedes copiar muchas cosas de allí y plasmarlas aquí. 

Como jugadora, ¿crees que has tenido que hacer más en el mundo del baloncesto para ser reconocida en comparación con un jugador?
El baloncesto era y es mi pasión, mi vida. Nunca me he planteado si he tenido que hacer algo más que el del lado. Al final, cuando haces algo que te gusta mucho y pones mucha pasión, compararte con los demás es un error. 
 
Por el simple hecho de ser chica, ¿cuándo eras pequeña recibiste comentarios que te desanimaran a continuar en el baloncesto?
Sí, he recibido muchos. Todo tipo de comentarios. Cuando estás en la cresta de la ola todo son elogios, pero cuando no consideran que estás ahí arriba, todo es a la inversa; no vales, no sirves... Hay comentarios muy negativos. Por eso es valioso que las redes sociales se utilicen de una manera constructiva porque somos un personaje público, que también sentimos y sufrimos. Afecta. Deberían controlarse estos comentarios negativos y despectivos porque al final, cada uno es como es; todos somos personas. 
 
¿Qué consejo le darías a una niña que juega a baloncesto para que nada la detenga?
Que nunca pierda la ilusión. Al final la vida de una jugadora o de alguien que empieza a jugar a baloncesto es muy larga, el camino es muy largo, con altibajos, pero lo importante es no perder nunca la ilusión y no dejar de amar nunca al baloncesto.