Victoria de estilo y prestigio para seguir invictos en la Liga a domicilio
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Hacía mucho tiempo que el culé necesitaba una noche como ésta, como las que se habían vivido años atrás y la afición recordaba en el Santiago Bernabéu. Una goleada histórica, que va más allá del resultado (0-4): el dominio mostrado en todo momento, con una clara imposición del estilo de juego azulgrana, es una inyección de moral, orgullo y constatación de que éste es el camino, después de seis partidos sin poder ganar al Real Madrid.
El Barça de Xavi, pues, ha logrado romper la racha negativa y sigue cargándose de razones en la reafirmación de su proyecto.
De hecho, desde que el técnico de Terrassa es el dueño del banquillo, el conjunto culé todavía no sabe qué es perder a domicilio en la Liga. Suma seis victorias, contra el Villarreal (1-3), el Mallorca (0-1), el Alavés (0-1), el Valencia (1-4), el Elche (1-2) y el Madrid (0-4), y cuatro empates, ante Osasuna (2-2), Sevilla (1-1), Granada (1-1) y Espanyol (2-2).
Un dato complicado de lograr, porque de hecho sólo Ernesto Valverde, que no perdió ninguno de sus primeros 18 partidos fuera de casa en la Liga, lo pudo hacer.
Xavi, gran debutante en un Clásico de Liga
En una noche mágica, Aubameyang, por partida doble, Ferran Torres y Araujo profanaron la red de Courtois, que se hartó de intervenir, y materializaron la idea del técnico de Terrassa, que ya sabía qué era ganar el Clásico como jugador, pero ahora también como entrenador.
De hecho, es el tercer técnico de la historia del Barça que gana su primer Clásico de Liga con una diferencia de +4 goles, después de Ferdinand Daučík (7-2, 1951) y Helenio Herrera (4-0, 1959). Y también es el tercer entrenador que consigue que su equipo remate 10 veces a portería ante el conjunto blanco en el debut de Clásico en la competición doméstica, por detrás de Ernesto Valverde (2017) y Frank Rijkaard (2003).
Los paralelismos con el 2003
Precisamente ese Clásico fue el punto de partida de una gran época azulgrana, que trajo grandes noches de gloria al Santiago Bernabéu. Hablamos del 0-3 de Ronaldinho, del 2-6 de Guardiola, del 0-2 de la Champions, del 0-4 de Luis Enrique o el 2-3 que permitió a Messi enseñar su camiseta a las gradas del Bernabéu. Pero también del 1-2 de la Liga 2003/04, el primer gran impulso de una nueva era. Ese día, con goles de Luis Enrique y el propio Xavi Hernández, las tornas empezaron a girarse.
Aquella temporada, el Barça no la había empezado bien, pero con un equipo joven, con grandes joyas de la Masia y con un gran revulsivo en el mercado de invierno (Edgar Davids), el Barça empezó a mejorar su juego y terminó remontando una situación complicada.
La historia ahora parece que se repite... porque el espíritu de ese año, la victoria en el Clásico y las inmejorables sensaciones permiten empezar a asegurar, y ya no con la boca pequeña, que el Barça ha vuelto.
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