100 años de la primera piedra en el campo de Les Corts
La historia del Barça y su crecimiento deportivo y social ha estado siempre ligado a sus terrenos de juego y sus campos hasta llegar al Camp Nou, que próximamente también iniciará el proceso de remodelación más importante de su existencia, cuando las grúas entren por iniciar el momento más esperado del proyecto del Espai Barça. El Club, que ya tiene 122 años de vida, conmemora este 2022 el centenario de la construcción del campo de Les Corts, La Catedral del fútbol -como pronto fue conocido- y que en la época se convirtió en uno de los mejores campos de fútbol de Europa.
La construcción de Les Corts fue una consecuencia lógica de la eclosión del gran Barça de la primera Edad de Oro (1919-1929) y la enorme expectación que generó. Situado en el barrio de Les Corts, en los terrenos llamados Can Ribot o Can Guerra, entre las actuales calles Numancia, Marqués de Sentmenat, Vallespir y Travessera de les Corts, su génesis hay que encontrarla en una Asamblea General del FC Barcelona celebrada el 10 de julio de 1921. Aquel día se aprobó por unanimidad una proposición que evidenciaba la voluntad primordial del Club de construir un nuevo campo de juego “con todas las condiciones indispensables que requiere el buen número del Club por su gloriosa historia y por honor de toda la Catalunya futbolística”.
Pero el Club necesitaba financiación para cometer la obra, y el 8 de diciembre de 1921, en una asamblea extraordinaria de socios, se decidió el entramado económico que debía financiar la operación del nuevo estadio, consistente en la emisión de obligaciones hipotecarias. Ese día, el presidente Joan Gamper, plenamente consciente de la trascendencia de los acuerdos adoptados, pronunció estas significativas palabras: “Señores, de ahí nacerá un Barcelona nuevo, y se abrirá una era de prosperidad y se cerrará el período preparatorio de una historia”.
Llegados a este punto, la comisión de campo emitió su veredicto: el escogido para acoger el nuevo campo era el conocido por Can Ribot, también llamado Can Guerra, que estaba situado en el barrio de Les Corts. El 8 de febrero de 1922 un emocionado Joan Gamper estampaba su firma en la escritura de compra del terreno escogido.
"Arriba los corazones, ¡que ya tenemos campo nuevo!"
El 19 de febrero se procedía con la solemne ceremonia de colocación de la primera piedra del futuro campo de Les Corts. A las once de la mañana salió una muchedumbre de barcelonistas de las calles París-Urgell, la ubicación del entonces ya llamado viejo campo de la calle Indústria.
Componían la comitiva cuatro bateadores de la guardia municipal, la banda de música de la Casa de Familia, el pendón antiguo del Club, llevado por el excampeón de lucha greco-romana Josep Ardèvol y los jugadores de los cuatro equipos de fútbol de la entidad , además de representantes del Ayuntamiento y la Mancomunidad, la Junta Directiva en pleno y numerosos socios y simpatizantes del FC Barcelona.
Llegados a Can Ribot, el padre Lluís Sabaté procedió a bendecir la primera piedra frente a una pequeña tribuna improvisada para las autoridades. Después de varios parlamentos a cargo de los representantes de las instituciones, Joan Gamper cerró el acto con un emotivo discurso donde levantó al público con el grito: "¡Arriba los corazones, que ya tenemos campo nuevo!"
Al día siguiente comenzaban las obras de construcción del campo de Les Corts. Y hay que decir que los obreros hicieron su trabajo con eficacia y rapidez: en un tiempo récord, después de tres meses de duro trabajo con los rudimentarios medios de la época y trabajando día y noche, el campo de Les Corts era ya un hecho: el gran momento llegó el 20 de mayo de 1922, día de la solemne inauguración del nuevo estadio.
Victoria en el partido de inauguración
Se enfrentaron el FC Barcelona y el equipo escocés del Saint Mirren. Los británicos fueron derrotados por 2-1 (goles del escocés Birrel en propia puerta y de Alcántara) en medio de la euforia del apego barcelonista. Ese fue el once del Barça en ese histórico día: Zamora; Planas, Surroca; Torralba, Sancho, Samitier; Piera, Martínez, Gracia, Alcántara y Sagi-Barba. Los aficionados barcelonistas tenían un doble motivo de alegría, dado que en el histórico evento se añadía la conquista, seis días antes, del Campeonato de España ante la Real Unión de Irún por un contundente 5-1.
La primera Edad de Oro del Club
El momento histórico no podía ser más propicio. Cuando el Barça inauguró el campo de Les Corts hacía ya tres años que el Club estaba inmerso en su Edad de Oro, la primera época gloriosa de la Entidad, un período de tiempo que se extendió a toda la década de los años veinte, con figuras de la talla de Alcántara, Samitier, Zamora, Torralba, Sancho, Sagi-Barba, Piera, Plattkó y tantos otros. Durante ese decenio el Barça fue el claro dominador del entonces bastante importante Campeonato de Cataluña (sólo dejó de ganarlo en las temporadas 1922-23 y 1928-29) y además ganó el Campeonato de España en los años 1920 , 1922, 1925, 1926 y 1928 y la primera edición del Campeonato de Liga (1929.) El FC Barcelona era, pues, el equipo que claramente ostentaba la supremacía del fútbol estatal en la década de los veinte.
Aquellos eran los tiempos de una clara eclosión popular del fútbol, que ya se había convertido en el deporte rey de Catalunya y España después de superar la precaria etapa de nacimiento y consolidación iniciada a finales del siglo XIX. De hecho, Les Corts empezó a quedarse pequeño desde pocos meses después de inaugurarse.
Los días 29 de septiembre y 1 de octubre de 1923 se celebraron sendos partidos contra el Athletic Club de Bilbao que suscitaron tanta expectación que el estadio registró un lleno a rebosar, lo que hizo exclamar a Joan Gamper: "Creo que hubiéramos tenido que adquirir un terreno el doble de mayor". En sólo dos años (1921-1923), el número de socios del FC Barcelona había pasado de 4.302 a 11.277.
De 22.000 a 48.000 espectadores en diferentes ampliaciones
Obra de los arquitectos Santiago Mestres y Josep Alemany, Les Corts, que había costado oficialmente 991.984,05 pesetas, medía 112 x 70 metros y el día de su inauguración tenía una capacidad para 22.000 espectadores. Como sucedería después con el Camp Nou, Les Corts experimentó reformas importantes a lo largo de los años. En 1942, con la ampliación del lateral, el aforo se ubicó en 32.000 personas.
La ampliación de 1943, del gol norte, permitió llegar a 37.000 espectadores, cifra que aumentó, en 1945, a 43.000 con el cambio de la Tribuna. La última ampliación, en 1946, del gol sur, permitió que 48.000 barcelonistas aplaudieran a su equipo hasta que el campo quedó nuevamente pequeño.
Una venta que permitió amortizar la deuda
Les Corts fue objeto de diferentes ampliaciones, pero la renacida pasión por el fútbol que se vivió en la posguerra entre la afición culé hizo que al final acabara quedándose pequeño. Construido más de 25 años antes, la estructura no estaba diseñada para albergar a tanta gente. A finales de la década de los cuarenta el Club ya se planteó seriamente la construcción de un nuevo estadio, el Camp Nou, finalmente inaugurado en 1957.
A partir de entonces, Les Corts pasó a ser un campo de entrenamiento y el estadio en el que jugaba el filial, entre otros usos secundarios, pero la idea de la directiva del presidente Enric Llaudet era sacar beneficio del terreno con su venta. El 4 de marzo de 1966, nueve años después de la inauguración del Camp Nou, el viejo campo de Les Corts sería demolido. Su solar se vendió por 226 millones de pesetas y en su lugar se levantaron viviendas y nuevas zonas verdes y deportivas.
El importe de su venta fue destinado íntegramente a la amortización de la deuda (créditos bancarios, obligaciones y bonos) que entonces sufría el Club como consecuencia de la onerosa construcción del Camp Nou. Con Les Corts se fueron los últimos goles de Paulino Alcántara, el Barça de las Cinco Copas y la delantera a la que un día cantó Joan Manuel Serrat.
Hacia el Barça del futuro
El Camp Nou fue inaugurado el 24 de septiembre de 1957, coincidiendo con el día de Mercè, la patrona de la ciudad de Barcelona. Con una capacidad de más de 99 espectadores, durante todos estos años el Estadio azulgrana ha vibrado con grandes noches de gloria y estrellas como Johan Cruyff, Ronaldinho o Leo Messi, entre otros muchos.
Pero ahora, más de 60 años después, el FC Barcelona afronta un nuevo gran reto: un nuevo Espai Barça que es la asignatura pendiente clave para el futuro del Club.
