Keita Baldé, un campeón de África formado en La Masia
La Masia tiene un campeón de África. Un vencedor humilde y unido a sus orígenes. Keita Baldé, que interiorizó los valores azulgranas en las categorías inferiores de 2004 a 2010, escribió historia con Senegal. Por primera vez, los Leones de la Teranga se convirtieron en los reyes del continente africano.
Nacido en Arbúcies en 1995, el actual futbolista del Cagliari escogió a la selección senegalesa para honrar las raíces de su familia. Ensalzadas gracias a la consecución de la Copa África 2022 en la tanda de penaltis ante Egipto (0-0; 4-2). Con una breve participación en el conjunto de Aliou Cissé en el torneo, poco más de 65 minutos, Keita sí que tuvo foco desde muy pequeño.
Del 2004 al 2010, en la cantera azulgrana
Arraigado al fútbol y a sus orígenes, el atacante empezó a sobresalir en el C.F. Palautordera con 7 años. Sus actuaciones en este equipo de Santa Maria de Palautordera, en el Baix Montseny, le catapultaron al FC Barcelona. Pero el paso previo a La Masia fue en las filas de la Damm. Su trayectoria de azulgrana la inició en el 2004. Y, rápidamente, se convirtió en una de las promesas del fútbol base del Barça, donde coincidió con jugadores como Bellerín, Griamldo o Samper. Los goles se le caían de los bolsillos.
Con 16 años, y después de progresar a la velocidad de la luz del Benjamín al Cadete, en el 2010, puso punto y final a su camino culer. "Jugué muchos años en el Barça y aprendí mucho en el ámbito personal. Lo llevaré siempre conmigo", explicó el eléctrico extremo en la rueda de prensa previa al Barça - Inter de la fase de grupos de la Champions 2018/19. Y es que después de estar cedido en el Cornellà, puso rumbo a Lazio. Un periplo por Italia (Lazio, Inter, Sampdoria y Cagliari) y Francia (Mónaco) que nunca le ha impedido recordar y cuidar, con sencillez y naturalidad, su procedencia.
Con humildad, siempre ha tenido una mirada en sus raíces
En la primavera del 2020, un gesto de Keita Baldé dio la vuelta al mundo. Consciente de la realidad que se vivía fuera de la burbuja del fútbol y en plena ola de la Covid-19, el ex extremo azulgrana se preocupó por la complicada y angustiosa situación de 200 temporeros de Lleida. La comida, la ropa y el alojamiento para estos trabajadores del campo fueron la ayuda de este campeón de La Masia. Un campeón conectado con sus compatriotas, que quería ser anónimo, pero que la realidad no se lo permitió. Un campeón de África con Senegal formado en las categorías inferiores barcelonistas que sus actos le elevan y le coronan aún más.