Dani Alves: uno de los nuestros vuelve a casa

Si ser presentado en el Camp Nou ante la afición es una experiencia única, hacerlo en dos ocasiones es absolutamente brillante. Y eso sólo queda guardado para el inigualable Dani Alves, el mejor lateral derecho de la historia del FC Barcelona, que ha vivido su segunda presentación oficial en el Camp Nou, con 38 años, frente a 10.378 personas.

Una segunda vez con paralelismos con la primera, como la sonrisa del brasileño, indescriptible, o las ganas de los aficionados por verle y escucharle. O, además, una curiosidad: fiel a su carácter, Alves ha repetido chanclas en los pies, tal y como hizo en el 2008, para no romper la tradición.

Después se las ha quitado, ante la afición, como símbolo de que "nuestra esencia no la podemos cambiar". "Y no podía pisar otra vez este césped de otra manera, porque ese césped me ha hecho muy grande", ha añadido.

Reencontrarse con los culés, de hecho, ha sido el momento que más deseaba. Dani Alves y su gran sonrisa han contagiado buen ambiente y alegría a las más de 10.000 personas presentes en las gradas del Estadio. Le ha acompañado, como en la primera ocasión, el presidente del FC Barcelona Joan Laporta. Ambos han firmado el contrato que vincula al brasileño de nuevo con el Club.

Un acto emocionante pero muy feliz, con un Dani Alves eufórico. “Estoy aquí otra vez. La última vez que cogí el micrófono dije que no sabía cuánto duraría ese sueño, o si ya había terminado, ¡pero ahora podemos decir que no! (...) Me hicieron sentir como uno más de los suyos y he vuelto porque sí, soy uno más de ustedes”, ha dicho, además de pedir: “Entre todos tenemos que volver a poner al Barça donde merece”.

"Representa el alma y el carácter"

La fiesta de Alves ha continuado con una vuelta de honor, con saltos, cánticos y saludos, y unas palabras del presidente Laporta que le definen a la perfección: “Dani representa el alma y el carácter y estamos encantados de que esté aquí”.

Pero todavía faltaba la guinda del pastel, y era verle vestido de corto. Nadie le ha enseñado el camino hacia los vestuarios, porque es un recorrido que hizo durante ocho maravillosos años, y ha vuelto a aparecer sobre el césped luciendo su nuevo dorsal '8': “He escogido este número porque creo que los homenajes deben hacerse en vida. Y yo quiero hacérselo a Hristo Stoichkov y al gran Andrés Iniesta”.

Con los colores azulgranas que tanto le representan, y ahora sí con las botas de fútbol puestas, Dani Alves ha continuado saludando, saltando y cantando, en un día que, seguro, siempre recordará.