Messi, ante el objetivo de la Copa América

En un nuevo intento de levantar un título con Argentina y coronarse campeón de América, Lionel Messi ha guiado a la albiceleste a una nueva final, la cuarta desde que el azulgrana debutó con la absoluta. Y es que el próximo 11 de julio (2:00 am CEST) Argentina se enfrentará contra la Brasil de Emerson con el objetivo de romper una sequía que se prolonga desde 1993, cuando la selección albiceleste levantó su último campeonato continental. El liderazgo de Messi en esta edición, sin embargo, hace que los de Lionel Scaloni afronten el reto con optimismo.

Porque durante los seis partidos que ha disputado en la actual edición de la Copa América, Leo Messi ha sido el faro que ha guiado a la selección para liderar la fase de grupos y avanzar en las rondas eliminatorias hasta llegar a la gran final.

Un torneo de escándalo

En el debut, a pesar de firmar las tablas contra Chile, Messi ya dio muestras de su inspiración convirtiendo un golazo de falta. A partir de ahí, sus estadísticas sólo han hecho que crecer partido tras partido: tras seis juegos disputados, el '10' ha participado de manera directa en nueve goles, sumando cuatro dianas y cinco pases de gol y liderando ambas estadísticas.

Sin embargo, el argentino también es el jugador que más regates ha completado en el torneo, el que ha realizado más pases en el último tercio del terreno de juego y el líder en ocasiones generadas. Su influencia en el juego traspasa las estadísticas y ya ha recibido cuatro premios al mejor jugador del partido.

La final también podría ser el día en que Messi superara un récord que dura desde hace décadas. En caso de que anotara un gol en el partido decisivo, el astro argentino igualaría las 77 anotaciones que Pelé hizo con la selección brasileña y se convertiría en el máximo goleador de la historia de las selecciones sudamericanas.

Hay que recordar, además, que ya es el futbolista de la albiceleste que más partidos ha jugado en la historia de la Copa América.

Un trofeo deseado

La de Maracaná será la cuarta final que dispute Messi, a pesar de no haber podido salir vencedor en ninguna de las tres anteriores. La primera oportunidad la tuvo en 2007 precisamente contra Brasil, pero una gran canarinha resolvió el partido sin dar opciones a los argentinos (3-0).

Las otras, ambas contra Chile, siguieron el mismo patrón: tanto en la de 2015 como en la de 2016, en una edición especial para celebrar el centenario de la Copa América, los penaltis decidieron los campeonatos después de que los partidos finalizaran sin goles.

Ahora, pues, ante Brasil, Messi tiene una nueva oportunidad para coronarse rey de América por fin y llevarse, de este modo, un trofeo tan deseado que acompañaría a los 35 títulos que ya tiene con el Barça.