EN PRIMERA PERSONA: Jon Andoni Goikoetxea
La Copa del Rey, ese ansiado trofeo que no pude levantar. Si pudiera volver al pasado, me gustaría añadirlo a los sueños convertidos en realidad que viví de azulgrana. Experimenté mucho éxito. Viví una época dorada, a la vez que de cambio. La era del extraordinario Barça entrenado por Johan Cruyff. Una figura que aún se proyecta en el actual Barça de Ronald Koeman. Un equipo que ilusiona.
Sería importante que este año ganase algún título. Insuflaría confianza al sistema de Ronald Koeman y a los jugadores jóvenes que están adquiriendo protagonismo. La primera oportunidad la tendrán ante el Athletic Club, en la final de la Copa del Rey. Sin duda, veo al Barça favorito para alzar el título. Pero las finales siempre son complicadas.
Ahora me viene a la cabeza la final de Copa de Europa ante el AC Milan. Del año 1994. Fue un momento complicado. Recuerdo que llegamos muy eufóricos. Nos daban como favoritos, pero perdimos claramente por 4-0. La verdad que el conjunto italiano fue muy superior a nosotros.
Hubo un antes y un después de aquel partido en Atenas. Porque aquella dolorosa derrota propició cambios en el equipo. Johan pensó que era el momento oportuno para una transformación. Y fue entonces cuando me marché al Athletic Club. Un club que también llevo en el corazón. Fue un lujo jugar con la camiseta rojiblanca. Estoy muy contento de haber defendido esos colores.
En Bilbao tampoco pude incluir la Copa del Rey a mi palmarés. Un trofeo que Los Leones ansían desde hace mucho tiempo. Es un peso importante que arrastran y no pueden quitarse de encima. Y, sin duda, habrá aumentado después de no vencer a la Real Sociedad en la final del pasado sábado 3 de abril. Ahora tienen una segunda oportunidad, que no quieren desaprovechar. Se presentarán un poco ansiosos.
También saben que no será fácil. Tienen el precedente alegre de la Supercopa de España, pero también tienen en la mente que el Barça les ha ganado en muchas finales de Copa. Sin embargo, puedo decir que, cuando eche a rodar el balón, a los jugadores de Athletic y Barça se le olvidarán los precedentes, y no hay nervios. Te invade una gran emoción.
No puedo dar más consejos para la final. A Koeman tampoco. Porque sabe más que nadie y, además, ha tenido la suerte de enfrentarse al elenco bilbaíno. Conoce el carácter de los futbolistas del Athletic y de la afición. Sabe que pondrán todos sus medios para lograr la victoria. El Athletic es capaz de todo, pero veo al Barça preparado para afrontar esta final.
Ronald Koeman, con el cambio de sistema, nos ha sorprendido a todos. Porque estábamos acostumbrados a ver un Barça con un 4-3-3 y ahora está jugando con tres centrales y dos carrileros muy altos. Está innovando. Demuestra que tiene jerarquía y mucho conocimiento.
Como jugador ya era un líder. Cuando fiché por el FC Barcelona, Koeman era una pieza contrastada del equipo. Nunca había visto, y hoy en día sigo sin encontrar un futbolista con el desplazamiento y golpeo de balón de Koeman. Me quedaba con él al final de los entrenamientos y me dejaba asombrado. Era y sigue siendo el mejor. Además, gozaba de una salida de balón muy buena. Si lo seguimos analizando como futbolista, también tenía carácter, se concentraba muy bien en los partidos, era difícil superarlo… En definitiva, era un jugador supercompleto.
Por supuesto, Ronald Koeman también era un gran compañero. Como todos; me sorprendió el ambiente extraordinario que había en el vestuario. La verdad es que la relación con la quinta del Dream Team era y sigue siendo muy buena. De vez en cuando, aún coincidimos y hablamos. Sobre todo, de fútbol. Me acuerdo que cuando estaba en el cuerpo técnico de Osasuna, le pregunté por ciertos jugadores de Holanda. También nos reencontramos en el evento del 25º aniversario de la Copa de Europa de Wembley.
Echando la vista atrás, el 20 de mayo de 1992 fue uno de los días más importantes del Club. En aquel momento no fui consciente de lo que supuso ganar la Copa de Europa. Si se mira con perspectiva, hicimos historia con mayúsculas. Se rompió el maleficio del Barça en Europa. Fue un cambio importantísimo para la Entidad azulgrana.
La época de Johan Cruyff como entrenador y la de futbolistas como Koeman, Hristo Stoichkov, Laudrup, Eusebio, Amor, Bakero, Txiki Begiristain, Romario, yo mismo… transformó al FC Barcelona. Desde la creación del Club que no se notaba una ascendencia igual en Europa. Así que puedo catalogar mi paso por el Barça como una época dorada, y también de cambio.
El período del Dream Team, un sueño que viví con los ojos abiertos, desembocó y ha tenido incidencia en otras exitosas épocas. Como la de Ronaldinho o la de Messi. El rastro que está dejando el astro argentino en el fútbol es impresionante. Creo que se le tendría que construir un monumento en la Diagonal de Barcelona.
Tiene mucha presión, pero casi siempre aparece; seguro que será una pieza importante en la final de Copa ante el Athletic. Ser futbolista azulgrana, y rojiblanco, te obliga a ganar todos los días. Es por eso que tienes mucha responsabilidad. También en el momento de jugar finales y levantar títulos. Ambas aficiones quieren ver a su equipo alzar un trofeo.
Tuve la fortuna de redondear mi fabulosa etapa en el Barça con ocho títulos en cuatro años. Jugué prácticamente todos los partidos; encajé muy bien en el sistema de El Flaco. Fue un orgullo estar bajo las órdenes de Johan Cruyff y ver mi nombre escrito en las memorias doradas del Club. No tuve la suerte de llegar lejos en la Copa del Rey. Tampoco con el Athletic. Dos clubs de los que estoy satisfecho de haber formado parte y que llevo en el corazón. ¡Es por eso que voy a ver la final de Copa con mucha emoción!
