Quique Costas, el padre de todos
El día de la colocación de la primera piedra del Estadio Johan Cruyff, Andrés Iniesta rompió todo el protocolo establecido. El entonces capitán del primer equipo se dirigió hacia él y delante de todos le dio un abrazo sincero, lleno de ternura, de aquellos que no se olvidan nunca. Más de uno de los allí presentes, historia viva del barcelonismo, se emocionó. "Es el pequeño, el blanquito, es extraordinario. Ya no hablo como jugador. Ni de joven ni de grande he visto uno como él. Hablo de la persona. Aquel abrazo fue sincero, de corazón", explicaba días después Quique Costas en una entrevista en la página web de la Agrupació Barça Jugadors. Iniesta fue el protagonista de un abrazo que a buen seguro le hubieran dado todos los jugadores que el veterano entrenador ha tenido el filial en los 418 partidos que ha dirigido repartidos en tres etapas: de 1987 a 1996, de 2001 hasta 2003 y de 2005 hasta el 2007. Un total de 13 temporadas formando jugadores con ADN Barça en las que el filial ganó la Liga de Segunda División B las temporadas 1990/91 y 2001/02 y consiguió el ascenso a Segunda División A el año 1991.
Decir que Quique Costas, nacido en Vigo hace ya 73 años, ha sido el entrenador que más veces ha dirigido el filial azulgrana es quedarse sólo en la superficie. Quique Costas ha sido mucho más que un entrenador. Ha sido un padre para muchos, muchísimos jugadores que han pasado por sus manos en una época en la que él era el encargado de transmitir la filosofía de Johan Cruyff en el Barça B. Él era la correa transmisora, el entrenador que los preparaba, humana y futbolísticamente, para dar el gran salto al Camp Nou. Guardiola, Carles Busquets, Javi García, Pinilla, Tito Vilanova, Jordi Roura, Aureli Altimira, 'Chapi' Ferrer, Sergi Barjuán, Carreras, Angoy, Jordi Cruyff, Roger, Óscar, De la Peña, Toni Velamazán, García Pimienta, Celades, Christiansen, Iniesta, Víctor Valdés o Bojan, entre muchos otros, como sus propios hijos Quique Álvarez y Óscar Álvarez, han pasado por sus manos y han recibido sus mejores consejos.
Un entrenador atípico
"Creo que no me puedo quejar. He dejado una gran huella entre mis jugadores. Me siento muy querido por todos. No hay día en el que no me llame alguno de mis hijos o cualquier amigo para darme recuerdos de este o de aquel. Han sido tantos jugadores que de algunos ya ni me acuerdo. Pero se han portado de maravilla. Creo que yo era un entrenador atípico. Fui más educador que entrenador. Los trataba como si fueran mis hijos. Es una edad difícil, un momento difícil, un club complicado... seguro que también habrá algunos que no me querrán tanto. No todos podían jugar", explica Quique Costas ahora con el paso del tiempo. Uno de los jugadores que lo tuvo como entrenador fue Jofre Mateu. "No se pueden imaginar cómo era como entrenador. Trataba las cosas con mucha naturalidad, sin filtro, él siempre dice las cosas como le salen y eso el jugador lo agradece. Era un entrenador que se hacía querer mucho por todos los jugadores. Lo pasamos muy bien a su lado y aprendimos mucho. No hay un ex jugador al que no se le ilumine la sonrisa cuando habla de él, ha sido un padre para todos nosotros", explica Jofre Mateu en el reportaje Historias del Mini elaborado por el FC Barcelona dedicado a la saga Álvarez Costas.
El ascenso de 1991
Campeón de Liga de la temporada 1973-74 y de la Recopa de 1979 en Basilea, entre otros títulos como jugador, Quique Costas dirigió el filial ocho temporadas en Segunda División B y cinco en Segunda División A, con la sexta posición de las temporadas 1991/92 y 1994/95 como mejor clasificación. Aunque si hay una temporada por encima del resto es la 1990/91 cuando el equipo logró el ascenso a Segunda División A tras quedar campeón del Grupo 4 de Segunda División B tras una lucha espectacular con el Cartagena, Manlleu, Alcoyano, Hércules, Hospitalet y Girona. En la liguilla, el Barça Atlètic (9 puntos) quedó segundo, por detrás del Mérida (10), pero ascendió como mejor segundo de los grupos de la fase de ascenso después de que el Orihuela fuera descendido a Segunda B por no saldar sus deudas con la plantilla. Los jugadores más destacados de aquel filial eran Busquets, Herrera, Alex, Guardiola, Oliete, Pozanco, Roura, Sánchez Jara, Pinilla y Geli, entre otros. Quique Costas, como para tantos otros, también fue su padre futbolístico.