Así viven las familias el confinamiento (II)

Está a punto de finalizar la séptima semana de confinamiento. Siete semanas en que la Ciudad Deportiva se ha quedado sin deportistas. Y también siete semanas con La Masia cerrada. Un hecho sin precedentes. Ante esta situación los deportistas residentes de La Masia se fueron a sus domicilios con sus familias.

Uno de ellos es Pedro Rodríguez, de 12 años, jugador del Alevín A del FC Barcelona que tuvo que irse hasta Granada para pasar el confinamiento por el Covid-19 con su familia. Su padre, Jose Rodríguez, es ingeniero industrial, mientras que su madre, Ana Iglesias, es profesora. Ambos compaginan su trabajo teletrabajando desde casa y velan a la vez por la alimentación, la formación académica y el ejercicio físico de Pedro, pero también de Irene Rodríguez, su hermana.

"El hecho de no salir hace que la actividad física que el Pedro hace normalmente en el Barça deba hacerla como pueda en casa con el mínimo espacio que tenemos y sacamos recursos de donde no hay. Los sofás se convierten en porterías, en cestas... en mil cosas", explica Ana Iglesias que también hace un balance de estas siete semanas: “Los primeros días eran de muchos caprichos. Un día hacíamos un bizcocho, otro día hacíamos galletas, pero cuando van pasando los días, el cuerpo pide hacer lo que está acostumbrado, también a nivel de alimentación".

"Nos envían unas pautas a nivel de alimentación, de sueño, de ejercicios que intentamos seguir el máximo posible", explica Jose Rodríguez sobre las pautas que reciben desde La Masía. Y es que desde la residencia de los deportistas del FC Barcelona, ​​no sólo se hace un seguimiento del entrenamiento invisible, sino que también tienen un acompañamiento tutorial, tal como explica Pedro: "Mi tutor es el Raúl. Como también hago clases de refuerzo de inglés, Rául me ayuda a ponerme en contacto con mi profesora de inglés, para hacer el trabajo y que me ayude".

Uno de los aspectos a destacar es que los jóvenes deportistas no sólo han visto cómo se han anulado las competiciones regulares, sino también algunos torneos, como Laliga Promises de Villarreal y Nueva York que debían disputar el mes de marzo y junio: "Tenemos un grupo de whatsapp con los padres y estamos un poco decepcionados por tener que perdernos los torneos como el MIC de la Costa Brava, o Laliga Promises", reconoce la madre de Pedro Rodriguez.

Finalmente, más allá de todas las tareas también hay tiempo para el ocio. Momento en que el Pedro Rodríguez se suelta y es capaz de sorprender a su familia: "Estaba en el salón de casa y aunque iba con la camiseta del Granada, se puso el himno del Barça y lo comenzó a cantar todo entero en catalán y me sorprendió el nivel avanzado de catalán que llevaba. Lo envié a los profesionales de La Masia y les encantó", explica Ana Iglesias.