El respeto, el esfuerzo, la ambición, el trabajo en equipo y la humildad son los cinco valores primordiales que describen el espíritu del FC Barcelona y que se inculcan a los chicos de La Masía. No deben ser, claro, grandes conceptos vacíos, sino que deben expresarse en la práctica. Por tanto, el Barça es también 'més que un club' y tiene la obligación de honrar al lema.
Así, por ejemplo, el 3 de abril del 2011, el juvenil B que entrenaba Sergi Barjuán dio una gran lección de deportividad. En el último minuto del partido disputado en el campo del Castelldefels, el barcelonista Carlos marcó el 0-1 sin darse cuenta de que el meta rival estaba lesionado en el suelo. Sergi ordenó desde el banquillo a sus jugadores que renunciaran a la victoria y se dejaran marcar el empate. Así, el Castelldefels logró el 1-1 sin oposición.
Acabado el partido, el ex lateral izquierdo y entonces técnico declararía: "Representamos al Barça y éste es un club con unos valores que no se pueden traicionar".
