Los fundamentos del fútbol Barça
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La importancia de enseñar, transmitir y mantener la huella del fútbol azulgrana. Con el objetivo de asegurar el legado del estilo de juego se ha potenciado el Área de Metodología dirigida por Paco Seirul·lo. Preservar el juego azulgrana siempre será el mejor fichaje de todos.
Metodología no es solo una de las palabras de moda en el fútbol actual, sino un concepto básico para la formación. Más aún en un fútbol tan característico como el del Barça. El director de esta área es Paco Seirul·lo, un auténtico maestro, y muchos discípulos incondicionales. Su experiencia en el primer nivel y su bagaje están fuera de toda duda. Con Isaac Guerrero como adjunto forman parte de un equipo de siete personas encargadas de transmitir la idea azulgrana. Y estas son las columnas principales con las que se lleva a cabo.
Aprendizaje ‘Total Soft’
Uno de los puntos diferenciales en el método azulgrana actual es la forma en la que se trabaja el elemento más coordinativo del juego del Barça: el pase. El dominio de este aspecto es el que permite alcanzar y mantener el objetivo número uno del juego, la pelota. Dominar cualquier pase concede ventajas en el tiempo-espacio sobre el rival. El pase no solo debe estar bien dirigido, sino que debe ser tenso a la vez que orientado a la pierna que facilite la recepción del compañero. Es importante también incidir en la pierna no hábil, ya que este hecho otorga al jugador la posibilidad de poder salir hacia cualquier lado. En cuanto a los controles (aspecto derivado del pase), es vital que sean orientados para reducir el tiempo de la acción. Algo que se interioriza ya desde las primeras etapas formativas como algo natural. Una buena prueba de ello es que el Barcelona fue el equipo que más y mejor pasó el balón de la pasada Liga (24.673 pases en 38 partidos). Y más incuestionables aún son los registros individuales, ya que Leo Messi, Jordi Alba y Sergio Busquets acabaron el pasado campeonato de Liga como primer, tercer y quinto jugador con más cuota de pases en el campo del rival (datos Opta). Curiosamente, tres futbolistas formados en La Masia. La metodología Barça no encara la enseñanza de estos conceptos con ejercicios específicos, sino por medio del mismo juego. El objetivo es, de alguna manera, introducirlos de forma soft. “El concepto no se enseña, el concepto se juega...”, repiten desde la dirección metodológica.
Rondos y conservaciones
Si el pase y el control responden al enlace entre dos, es a través de los rondos y las conservaciones donde se aprende la relación en el tiempo-espacio con los compañeros. “Un rondo contiene todo lo que necesitas en el fútbol”, decía Johan Cruyff. Y así es. Los rondos son posesiones en espacios reducidos y con los jugadores manteniendo la posición. Un ejercicio que requiere técnica individual, precisión, desmarques, presión e intensidad. Por su parte, las conservaciones son partidos pequeños en los que el objetivo no es marcar gol, sino relacionarse con los compañeros cercanos. Desde que Cruyff lo implantó, estos ejercicios constituyen la parte principal de los entrenamientos de los equipos Barça. No es casualidad que el Barcelona haya ganado todos los porcentajes de posesión de balón en la Liga desde 2010 y que, en la misma franja de tiempo de la Champions, haya encabezado este ranking en cuatro de las nueve ediciones que van desde 2010.
Juego de posición
Otro pilar indispensable pasa por la posición. Esencialmente basada en el sistema 4-3-3 en el que, salvo excepciones, juegan todos los equipos. Una buena interpretación del posicionamiento es incluso más trascendental que el pase, el regate o el disparo, ya que no solo sirve para ocupar los espacios de una forma racional, sino que, en el contexto azulgrana, es utilizado como arma de ataque. Otra norma del equipo de Seirul·lo es que todos los futbolistas de campo deben conocer la colocación, los mecanismos y las obligaciones de las otras posiciones, ya que esto acabará siendo un extra para el juego de equipo. Para ello, todos los jugadores en etapa formativa deben pasar por el centro de las conservaciones (papel de pivote) para identificar todas las trayectorias de paso que se hacen. Esta es la razón por la que futbolistas como Riqui Puig, Carles Pérez o Ansu Fati pueden jugar con el primer equipo conociendo con detalle sus tareas desde el primer día. O el caso de Sergi Roberto, que ha actuado en seis de las diez posiciones de campo posibles desde que es jugador del primer equipo.
Juegos de situación
Un concepto introducido en su día por Pep Guardiola y que es el centro de la formación. El juego de situación se diferencia de las conservaciones en el hecho de que las distancias son exactas a la realidad del juego. Recrean situaciones justas de partido con las dimensiones estrictas del campo. Ocho atacantes tratando de marcar ante seis defensores o seis ante cuatro son las más comunes. En estas simulaciones ya entran en práctica la amplitud y la profundidad tal como se producen en un partido. O conceptos técnico-tácticos como la perfilación o la lateralidad. Aspectos individuales pero que favorecen la asociación.
Las relaciones socioafectivas
El enfoque hacia el juego compartido tiende a potenciar las relaciones entre compañeros. Algo que, en el fútbol, es tan importante como en la vida. Conocer quien juega a tu lado es un plus. Saber si el receptor del balón prefiere el balón al pie o al espacio, cuál es su pierna dominante, qué recursos técnicos utiliza, cuál es su posición corporal antes de una pasada..., todos aquellos factores heterogéneos que son igualmente vitales para que todo fluya. El mejor ejemplo es el 0-1 en la final del Mundial de Clubes 2011. Messi siguió con su desmarque porque sabía que Xavi tendría la capacidad de controlar y filtrar un balón imposible.
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