El FC Barcelona ha perdido por 1-2 en su estreno esta pretemporada. Dos goles de Abraham y Barkley han otorgado la victoria al Chelsea en un duelo en el que los culés, que han dejado buenas sensaciones en Tokio, han tenido más posesión y han rematado más a puerta que su rival.
Para empezar la pretemporada Ernesto Valverde ha apostado por este primer once: Ter Stegen, Sergi Roberto, Piqué, Umtiti, Jordi Alba, Sergio, Oriol Busquets, Riqui Puig, Collado, Dembélé y Griezmann. Y las sensaciones han sido buenas de entrada, con un Griezmann muy activo el día de su debut.
El ambiente en el Saitama Stadium 2002 era bastante peculiar, sobre todo si se compara con lo que se vive habitualmente en Europa. El silencio era absoluto mientras el balón rondaba el mediocampo -era tal que se sentían incluso los gritos de los jugadores- y la afición empezaba a elevar el volumen a medida que la acción se acercaba a las porterías.
Así ha sido cuando Sergio ha perdido un balón cerca del área y Abraham ha firmado el 0-1. El partido, dominado por el Barça pero igualado en cuanto a ocasiones, también se habría podido igualar en el marcador justo antes del descanso, cuando Griezmann y Dembélé han completado una buena combinación que ha acabado deteniendo Kepa.
Valverde ha aprovechado el descanso para llevar a cabo los once cambios. Pasaban a jugar Neto, Semedo, Todibo, Lenglet, Guillem Jaime, De Jong, Rafinha, Aleñá, Rakitic, Malcom y Carlos Pérez, quien ha sacudido los primeros minutos de la reanudación con sus internadas por la izquierda.
Mientras el Barça cambiaba su fisonomía, el Chelsea mantenía su bloque hasta avanzada la segunda mitad. Sin embargo, el partido ha cogido cada vez más un marcado color azulgrana. Rafinha, Aleñá y Rakitic lo han probado con peligro pero Kepa siempre ha bloqueado de forma eficaz.
Las buenas sensaciones no se han acabado de confirmar con el gol del empate. Más bien todo lo contrario: un disparo colocado de Ross Barkley ponía el 0-2 a falta de diez minutos. Ya en el tiempo de descuento ha llegado por fin el merecido gol culé. Ha sido un trallazo desde fuera del área de Ivan Rakitic que se ha colado por toda la escuadra.