Bajo la égida de la rutilante estrella holandesa Johan Cruyff el Barça estaba haciendo una Liga 1973/74 excepcional, con hitos tan memorables como el 0-5 logrado en el Bernabéu hace dos meses. El dominio azulgrana era incontestable y el equipo que dirigía Marinus Michels no desaprovechó la primera ocasión que tuvo de conquistar de manera matemática un título que se le resistía desde la época de Helenio Herrera, hacía catorce años.
Apoteosis en el Molinón
La cita era en el Molinón ante el Sporting de Gijón el 7 de abril de 1974. El Barça era bastante superior, pero el conjunto asturiano, con el gran goleador Quini en la delantera, se mostró muy combativo. Así, el primer gol del Barça, obra de Rexach (minuto 35), fue remontado por el Sporting mediante Ciriaco (minuto 48, de penal), y Leal (minuto 58). Pero aquel Barça tenía como una de sus virtudes la de no arrugarse nunca y un hat-trick de Marcial (minutos 74, 80 y 88) dejó el resultado final en un contundente 2-4.
Como no podía ser de otra manera, al terminar el partido la euforia entre los jugadores barcelonistas fue inmensa, mientras el deportivo público asturiano prorrumpía en aplausos en reconocimiento de la gran victoria del Barça. Ya en los vestuarios, el presidente Agustí Montal, muy emocionado, se abrazó con todos y cada uno de sus futbolistas.
Frases para la historia
Aquella jornada histórica dejó un par de frases para la historia, pronunciadas antes y después del partido. Antes del pitido inicial Cruyff espetó al árbitro Segrelles: "Usted pitar bien, nosotros ganar. Y ojo porque hay un delegación de la UEFA mirando". Por su parte, el delantero peruano Hugo 'Cholo' Sotil llamó por teléfono a su madre al terminar el encuentro y le dijo: "¡Mamita, campeonamos!"