El Camp Nou entra por la puerta grande en la historia del rugby

El Camp Nou ha sido el escenario ideal y el gran teatro de una nueva noche histórica. Pero no del mundo del fútbol, ​​sino del rugby. Porque esta noche, 99.124 privilegiados han llenado el coliseo azulgrana para vivir en directo la final del Top14 -primera división francesa de rugby- entre el Racing 92 y el RC Toulonnais. Unas cifras de asistencia que han superado, de largo, el récord establecido en un enfrentamiento entre dos clubes de este deporte. Y el FC Barcelona tiene el honor de haber podido escribir su nombre con letras de oro junto a un nuevo gran capítulo.

También lo ha hecho el Racing 92, el ganador de la final (29-21), acompañado de sus fieles aficionados, desplazados a Barcelona para animar con corazón y alma a su equipo en esta última batalla. Porque las gradas y los pasillos han perdido su habitual color azulgrana para teñirse no sólo de blanco y azul, los colores del Racing, sino también de rojo y negro en honor al Toulonnais.

Castells y música tradicional

Todos estos seguidores han podido disfrutar del regalo del Camp Nou: un castillo de los Castellers de Vilafranca, que han mostrado una de las tradiciones más importante de Cataluña, con el sonido de una sardana, que se ha colado en medio de los himnos cantados por la afición, que ha facilitado que la fiesta fuera completa. Porque aún con los petardos y los fuegos de San Juan resonando por las calles de Barcelona, ​​durante todo el día los acentos de París y Marsella se han ido mezclando en un ambiente festivo y amigable, a pesar de la rivalidad deportiva. Todos ellos, más los 8.000 catalanes presentes, han sido clave en este nuevo récord mundial.

No podría haber sido posible, sin embargo, sin los dos equipos finalistas, los que han obligado al Camp Nou a transformarse para la ocasión, con las porterías, las redes y la pelota de fútbol cambiadas por los tradicionales palos de rugby y la ovalada. Una hora antes, el jugador del Racing 92 Dan Carter, el mejor jugador de rugby del mundo, y lo que finalmente ha sido elegido MVP de la final, era de los primeros en ver cómo había quedado el jardín de su ídolo, un Leo Messi que Carter suele ver jugar en directo.

La suma de todos estos factores, más una lucha feroz pero deportiva sobre el terreno de juego, ha facilitado que Barcelona y el Camp Nou sean las protagonistas de un nuevo sueño de una noche de verano para el rugby mundial.