La contracrónica: Lo que ha pasado en Las Vegas...

La contracrónica: Lo que ha pasado en Las Vegas...

La capital mundial del entretenimiento ha acogido un Clásico espectacular en medio de un ambiente de los que hacen afición

Las Vegas ha vivido el Clásico cómo se debe vivir un partido así: con pasión. Desde primera hora de la mañana, en el Strip de la ciudad de los casinos se han visto camisetas blancas y azulgranas. Muchas, y todas mezcladas. Parejas, amigos y también familias coloreaban los icónicos edificios de la calle con más tragaperras del mundo: la Estatua de la Libertad del hotel New York-New York, la Torre Eiffel del París Las Vegas, las enormes fuentes del Bellagio...

También en los hoteles, la principal atracción de la ciudad, la sensación era de partido grande. El ambiente era de Clásico. Aficionados del Real Madrid y el FC Barcelona venidos de toda Sudamérica, México y de todos los rincones de Estados Unidos, principalmente, invadían la zona de los casinos con camisetas de ambos equipos. No siempre se celebra un partido así a unas pocas horas de coche, o de vuelo, de la ciudad en la que uno reside.

Las Vegas está acostumbrada al espectáculo. Cada día se celebran conciertos con los mejores artistas del mundo, así como obras de teatro, espectáculos de magia y todo lo que uno pueda llegar a imaginar. Pero un clásico es diferente: es color y pasión. Y lo cierto es que la capital mundial del entretenimiento tiene un escenario inmejorable para acoger a un partido como este.

El Allegiant Stadium, una pieza de museo

El Allegiant Stadium es otro nivel. Una pieza de museo de arte contemporáneo. Con menos de dos años de vida, la sede de Las Vegas Raiders, el equipo de fútbol americano de la ciudad, tiene un techo retráctil que ha impedido que los 45ºC del exterior penetraran en el estadio, cuenta con tres pantallas gigantes espectaculares y goza de una capacidad para 65.000 espectadores.

Por no hablar del espectáculo sonoro, que hacía subir la adrenalina a medida que se acercaba la hora del pitido inicial. Obviamente, no ha quedado un asiento sin ocupar. Soldout desde hace semanas.

Así pues, el partido reunía todos los ingredientes para convertirse en una gran fiesta del deporte: una gran rivalidad entre dos de los mejores equipos del mundo, dos aficiones entregadas y un estadio increíble en una ciudad sin parangón. Ahora tocaba jugar al fútbol.

Un cántico curioso

Con el partido en juego, la cosa ha ido a más. La afición celebraba todas las acciones -cada uno las de su equipo- y los cánticos de "Madrid, Madrid" y "Barça, Barça" se sucedían, hasta el punto de llegar a producirse una curiosa situación, cuando ambos gritos de apoyo sonaban como un "Madrid, Barça, Madrid, Barça" completamente sincronizado.

El principal estallido en el Allegiant Stadium se ha vivido con el gol de Raphinha, que ha sido celebrado por toda la culerada presente en Las Vegas como si de un gol oficial se tratara. No era para menos: ha sido una obra de arte a la altura del espectáculo que se estaba viviendo.

Seguro que los 65.000 asistentes se han ido a casa satisfechos, especialmente aquellos que vestían de azulgrana. Ha sido una gran noche, un gran espectáculo. Todos ellos podrán decir aquello de lo que ocurre en Las Vegas se queda en Las Vegas.

 

Força Barça
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