Tormenta perfecta de color azulgrana la que ha caído en el césped de Mestalla. Una gran actuación del Barça en un campo históricamente complicado ha servido para dar un golpe sobre la mesa y regresar a Barcelona con el botín de los tres puntos a la espalda, que le sitúa de nuevo en la deseada Zona Champions.
Sonrisa coral
Se presentaba la 25ª jornada de la liga como un duelo marcado en rojo por la dificultad de visitar a un Valencia que quería acabar con una racha de seis jornadas sin conseguir la victoria en la competición doméstica. No tenía esa misma idea el Barça, confirmando la mejora y las buenas sensaciones mostradas en los últimos partidos, recuperando la puntería que faltó ante el Nápoles y encontrando en Aubameyang la figura para trasladar al marcador la buena imagen.
Una tormenta perfecta ha sido la primera mitad de un Barça que, en estado de gracia, se ha ido al descanso con una renta de tres goles. Había comenzado el partido con una intensidad clásica de los duelos entre culés y chés pero sin que ninguno de los equipos generara peligro hasta que Aubameyang ha levantado la mano. Se ha percatado Jordi Alba, que le ha servido un balón extraordinario que el gabonés ha recibido y ha aprovechado para demostrar lo que mejor sabe hacer. Era el minuto 23 y nada más podía hacer el portero Mamardashvili que contemplar cómo el balón escupido por Auba se colaba por la escuadra de la portería. Llegaba la primera voltereta; no la última.
Seguía divirtiéndose un Barça comprometido con la presión alta que impone Xavi, recuperando balones a campo rival y dando velocidad al juego. Superada la primera media hora, desequilibraba por la derecha un Dembélé que volvía a la titularidad antes de entregar el balón a un Sergio que se movía cerca de la frontal del área valenciana. A partir de ahí, rock&roll: Sergio, Jordi Alba y Dembélé han tirado del primer toque para servirle el esférico a un Frenkie De Jong que sólo ha tenido que empujar el balón al fondo de la red.
Viento a favor
Sonreía un Barça que veía cómo todo salía tal y como se había planeado. En uno de esos días en los que la moneda siempre cae de cara, dos intervenciones del VAR han servido para confirmar la dinámica, validando primero un gol de Aubameyang después de un excelente pase de Gavi y anulando después la diana de Carlos Soler, que hubiera recortado distancias antes del descanso. No ha sido así y los jugadores han subido los vestuarios con 0 a 3 en el marcador de Mestalla.
Con la lección de Balaídos aprendida, el Barça no se ha puesto nervioso cuando Carlos Soler, esta vez sí, ha descontado en el 53' con un gran cabezazo. Diez minutos ha durado la alegría entre el valencianismo, que ha conocido de primera mano en el Golden Boy en esta tarde del domingo. Había entrado en el 60' un Pedri que ha tardado tres minutos en apuntarse a la fiesta con un potentísimo cañonazo que, tras rozar en Aubameyang, ha subido el 1-4 a un marcador que ya no se ha movido más .
Se esforzaba el Valencia en reducir diferencias pero no lo ha logrado ante un Barça crecido, comandado por un Pedri imperial y que ha visto premiado el esfuerzo y el trabajo en una tarde plácida. Con esta contundente victoria, el Barça recupera su cuarta posición y vuelve a situarse en las plazas que dan acceso directo a la próxima edición de la Champions. Sonríe Xavi, sonríe el Barça.