47 goles en 49 partidos. La primera y única temporada de Ronaldo Luís Nazário de Lima en el FC Barcelona había sido un éxito rotundo a nivel individual, ya que la seductora combinación de potencia física, velocidad y capacidad técnica del delantero brasileño hizo que muchos le consideraran el mejor delantero del mundo. Goles como su famosa acción contra el Compostela en la Liga hicieron que fuera difícil no estar de acuerdo con esta afirmación.
A nivel colectivo, sus goles ayudaron al Barça de Bobby Robson a conseguir un doblete de títulos; el penalti de Ronaldo contra el París Saint-Germain dio a los azulgranas la victoria en la final de la Recopa de Europa en mayo de 1997 y la victoria sobre el Betis durante el mes siguiente les dio el título de la Copa del Rey. El único punto negro del curso fue en la Liga, donde el Real Madrid, dirigido por el italiano Fabio Capello, les arrebató el título.
Todo listo para brillar
Ronaldo no pudo participar en la final de la Copa del Rey contra el Betis porque la Copa América ya estaba en marcha. La selección absoluta de Brasil, que le había visto debutar con 17 años en 1994, le necesitaba. Y en Bolivia se preparó el escenario para que Ronaldo se empezara a hacer un nombre en el panorama internacional, después de no tener mucho protagonismo ni en el Mundial de 1994 ni en la Copa América de 1995.
Pero esta edición sería diferente para él. Debutó el 13 de junio de 1997 contra uno de los países invitados al torneo, Costa Rica, al que le marcó dos goles en el primer partido de la canarinha en la fase de grupos. Pero no fue hasta los cuartos cuando Ronaldo volvió a marcar, ya que se mantuvo a cero en las victorias contra México (3-2) y contra Colombia (2-0), combinado contra el que sólo jugó una hora.
Protagonista en los cuartos
Y el descanso le fue bien, ya que en los cuartos consiguió marcar dos goles contra Paraguay antes del descanso. Resultado que acabó siendo definitivo (2-0) y que catapultó al equipo de Mario Zagallo hacia las semifinales. Ronda que acabó tiñéndose absolutamente con los colores de Brasil, porque no dio opción a su rival, Perú, tras un contundente 7-0. La única sorpresa, que Ronaldo no consiguió marcar.
Campeón en La Paz
Hasta la final, Brasil había jugado todos sus partidos en Santa Cruz, una ciudad situada a sólo 400 metros del nivel del mar. Sin embargo, el torneo decidió que la gran final, que enfrentó a Brasil contra la anfitriona Bolivia, se jugara en el Estadio Hernando Siles de La Paz, a 2.600 metros sobre el nivel del mar. Un estadio que no traía muy buenos recuerdos a la canarinha, ya que cuatro años antes había perdido su récord de imbatibilidad tras una derrota por 2-0, achacando el resultado a la falta de oxígeno.
Pero la final de la Copa América 1997 fue mejor de lo esperado. Y es que un Ronaldo descansado, ya que sólo jugó 58 minutos contra Perú en las semifinales, fue demasiado para el equipo que entrenaba el español Antonio López. Denilson adelantó a Brasil, aunque Bolivia empató justo antes del descanso. Sin embargo, en la segunda mitad, un espectacular tanto de Ronaldo, su quinto del torneo, volvió a avanzar a los brasileños, que pusieron el 3-1 definitivo tras un gol de Zé Roberto en los últimos minutos.
Tras el triunfo, Ronaldo fue nombrado Jugador del Torneo por su contribución a la primera victoria de Brasil en la Copa América desde 1989. De esta manera, con 20 años, completó una temporada emocionante y se fue de vacaciones con tres títulos y la sensación que se había ganado un lugar importante en el mundo del fútbol.