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Anssumane Fati (31 de octubre de 2002) nació en Bissau, la capital de Guinea Bissau. El delantero llegó a Sevilla con seis años, donde jugó en las categorías inferiores del Sevilla FC. En 2012, con sólo 10 años, Ansu aterrizó en el conjunto azulgrana para incorporarse al Alevín A, donde fue pasando por las diversas categorías inferiores del FC Barcelona hasta llegar al primer equipo.
El 25 de agosto de 2019, Ansu Fati se convirtió, en ese momento, en el segundo jugador más joven de la historia del Barça en debutar con el primer equipo en la Liga, con sólo 16 años y 298 días. Lo hizo con el 31 a sus espaldas y en un duelo ante el Betis de la segunda jornada de la Liga 2019/20.
El 31 de agosto del 2019, en un duelo ante el Osasuna en el Sadar, Ansu Fati se estrenó como goleador con sólo 16 años y 304 días. A partir de ahí, los récords de precocidad fueron cayendo y, por ejemplo, su primer gol en la Champions llegó ante el Inter en San Siro (1-2), con 17 años y 40 días, rompiendo así otro récord absoluto hasta entonces de la competición, que estaba vigente desde 1997.
Pese a sufrir una serie de graves lesiones, Ansu Fati heredó el histórico dorsal número 10. La temporada 22/23 la juega con el Barça, mientras que la 23/24 se marcha cedido al Brighton.
Además, también ha participado con la absoluta de la selección española y participó en el Mundial de Qatar 2022.
Ansu Fati se caracteriza por ser uno de esos delanteros totales. Puede jugar partiendo tanto desde las bandas (ambas) o como referencia, destacando por su gran velocidad y su desequilibrio. Las cifras le acreditan como un delantero muy prolífico y efectivo, y comprende el juego y sabe asociarse bien con sus compañeros.