Un filial fiel al ADN Barça

Trece partidos ganados, 10 empates y sólo cinco derrotas en una categoría tan complicada como es la Segunda División B. 40 goles a favor y 27 goles encajados completan los registros del Barça B esta temporada 2019/20. Estas cifras positivas, sin duda, son las que están a la vista de todos y son las que explican por qué el filial azulgrana ocupa la segunda posición del Grupo 3 a sólo un punto del líder, el Castellón, tras disputarse las primeras 28 jornadas.

Ahora bien, existen otras estadísticas, más invisibles para el gran público amante del fútbol, ​​que son las que explican el comportamiento de un equipo. Y que, en el caso del filial azulgrana de García Pimienta, sirven para poder decir que es un equipo absolutamente fiel al más puro ADN Barça. Todo un éxito si tenemos en cuenta que el Barça B tiene la plantilla más joven de su grupo con una media de edad de 19,8 años.

EL TIPO DE ATAQUE

Paco Seirul·lo, director del Área de Metodología del FC Barcelona, ​​siempre es muy contundente cuando habla del tipo de ataque que caracteriza el ADN Barça: "Si haces 20 toques y, al final, consigues hacer un gol o no, vale la pena. ¿Por qué? Pues porque veinte individuos han disfrutado. Mover el balón sin sentido no es ninguna forma de jugar". Pues bien, en el actual Barça B esta máxima de Paco Seirul·lo es ley de vida. El 80% de los remates del filial azulgrana se producen después de un ataque posicional que tanto caracteriza el modelo de juego del Barça. De los 244 remates del Barça B de esta temporada, 196 han llegado después de un ataque posicional (80%), 25 de un ataque rápido (10%), 22 de contraataque (9%) y sólo uno de juego directo.

LA POSESIÓN DEL BALÓN

El Barça B tiene una media de posesión del balón del 59% en los 28 partidos de Liga que ha disputado esta temporada. Se trata de un porcentaje que refuerza la idea de juego del equipo. Una cifra que sólo se entiende por la formación que han recibido los jóvenes jugadores de García Pimienta. El técnico trabaja esta temporada con el bloque de futbolistas que ganó la UEFA Youth League en el 2018. Jugadores como Iñaki Peña, Morer, Guillem Jaime, Mingueza, Chumi, Jandro, Monchu, Sarsanedas, Riqui Puig, Collado o Kike Saverio se han formado en el club y han aprendido desde pequeños el ADN Barça. Se trata de jugadores que tienen, en muchos casos, un posible perfil de primer equipo y que no sólo ya han debutado algunos de ellos en Primera División sino que entrenan periódicamente con el equipo de Quique Setién. Por otra parte, a esta generación dorada de la Youth League se debe añadir, para entender el buen rendimiento del Barça B de esta temporada, la rápida adaptación al grupo de los jugadores juveniles Arnau Tenas, Mika, Ilaix, Konrad, Nils, Nico, Gerard y Antonio Jesús cuando el técnico los ha necesitado. El futuro está, por tanto, garantizado.

ZONAS DE RECUPERACIÓN

El libro de estilo del ADN Barça dice que la función del entrenador es tener organizada la recuperación de la pelota lo más rápido y lo más cerca del área rival posible. Pues bien, el 44% de las recuperaciones de balón del Barça B de esta temporada se realizan en campo contrario. Una estadística que refuerza el compromiso del equipo de ejercer la presión alta después de la pérdida del balón. En un fútbol moderno donde es muy difícil recuperar el balón en campo contrario, el Barça B lo hace el 44% de las ocasiones gracias a que el equipo está bien organizado, con y sin balón, y eso le da la opción de recuperarlo lo más antes posible en campo contrario.

EL NÚMERO DE PASES

El 52% de las posesiones del balón que finalizan en remate son con más de 5 pases. Puede parecer un dato negativo, pero no lo es. En el fútbol actual cuesta mucho generar remates con posesiones largas. Es más, en el Área de Metodología del FC Barcelona, ​​tras analizar durante muchos años estas variables, se ha constatado que la media de remates con más de 5 pases de los equipos del Barça suele estar alrededor del 40%. Pues bien, el Barça B de García Pimienta llega al 52%. Es, por lo tanto, un dato muy positivo que ha permitido evolucionar al equipo y convertirlo en un bloque sólido que genera más ocasiones de gol y que, en cambio, cede cada vez menos oportunidades al contrario.

Unos datos, por lo tanto, muy positivos los que ha conseguido el Barça B esta temporada sin perder de vista, eso sí, su vocación formativa.