Pocos meses después comenzó la dictadura de Miguel Primo de Rivera, y el Barça, como defensor del nacionalismo catalán, se convirtió en un club perseguido. Como consecuencia de ello, la directiva hizo un llamamiento a la afición para que se comportara con corrección y no entrara en provocaciones para evitar males mayores...
La presidencia de Cardona estuvo marcada por la trayectoria del equipo. La temporada comenzó bien, ya que el Barça se proclamó campeón de Catalunya con autoridad, dado que ganó los diez partidos que disputó. La superioridad demostrada por los azulgranas desató la euforia entre los socios, pero en las semifinales del Campeonato de España el Real Unión de Irún eliminó al Barça goleándolo por 6-1. Esta derrota provocó que los jugadores publicaran una carta en un diario deportivo donde pidieron disculpas a la afición. El 1 de junio de 1924 Cardona dejó el cargo y cedió la presidencia a Gamper, que la aceptaría por última vez.
