Industrial aristócrata -era Baró de Ovilvar-, monárquico y amigo personal del rey Alfonso XIII, llegó a la presidencia una semana antes de que acabara la clausura gubernativa por seis meses de todas las actividades en el FC Barcelona, después de la bronca al himno español que tuvo lugar el 14 de junio de 1925 en el campo de Les Corts.
Barcelonista hasta el tuétano y bien visto por las autoridades, era el hombre indicado para tomar el relevo de Joan Coma, presidente interino tras la forzada dimisión de Joan Gamper. Eran aquellos unos momentos muy difíciles y delicados, pero Arcadi Balaguer y su Junta demostraron una gran capacidad para superar la coyuntura y, al mismo tiempo, para emprender una reorganización interna de la Entidad.
Su excelente labor fue reconocida cuando, en marzo de 1929, habiendo dimitido de su cargo, la nueva Junta Directiva le concedió la Medalla del Mérito del FC Barcelona. Bajo el mandato de Balaguer, el equipo, cuajado de grandes jugadores e inmerso en plena edad de oro, ganó tres Campeonatos de Catalunya (1925/26, 1926/27 y 1927/28) y dos de España (1925 / 26 y 1927/28). Los puntos negativos de esta etapa fueron la forzada desvinculación del FC Barcelona de la identidad catalana y la también obligada marginación de Joan Gamper, convertido en cabeza de turco por parte de la dictadura de Primo de Rivera.
