El sábado, el partido empezó de la mejor manera posible con un gol en el primer minuto de Oriol Rubio, pero los madrileños consiguieron empatar el partido con un gol en las postrimerías del primer tercio. En la reanudación, los culés no supieron detener la embestida local y recibieron dos goles que ya no pudieron recortar, pese al gol de Iker Barandiaran.
Ya en el último tercio, el cansancio pasó factura a los culés y vieron cómo el marcador creció hasta el 6-2 definitivo.
El domingo, el partido fue más equilibrado, pero la mala suerte fue fatídica por los intereses del Barça. Los culés, gozarón de diferentes oportunidades en superioridad, pero no pudieron materializar ninguna hasta las postrimerías del partido habiendo sacado al portero. El resultado final fue de 3-2 para los locales y pone en gran dificultad la eliminatoria para los azulgranas.
