No es habitual en el mundo del fútbol ver lágrimas que vayan más allá del resultado. Como las de Helio Zamper Neto, que no pudo contenerlas minutos antes de la 52ª edición del Trofeo Joan Gamper, cuando los más de 64.000 asistentes al Camp Nou le dedicaron a él, a Jackson Ragnar Follmann y al capitán Alan Ruschel −el único de los tres que pudo jugar y que redebutaba− una emocionante y sentida ovación.
Los tres futbolistas sobrevivieron al trágico accidente aéreo sufrido por el Chapecoense cuando iba a jugar la final de la Copa Sudamericana, en Colombia, el 28 de noviembre pasado. 71 personas perdieron la vida.
El partido del Camp Nou fue testigo este lunes de un partido que no será recordado por su resultado. El tópico en este caso se cumple: el 5-0 fue lo de menos. Presidente, entrenador y jugadores del conjunto brasileño han agradecido durante las últimas horas el apoyo recibido por parte del FC Barcelona, que invitó al equipo de la ciudad de Chapecó a su trofeo veraniego y que llevó a cabo una serie de homenajes al conjunto rival antes, durante y después del partido. El más simbólico, el saque de honor de los tres supervivientes antes del pitido inicial, con el Camp Nou de pie reconociendo su valor y capacidad de superación.
Difícil no emocionarse, tal como han relatado los medios de todo el mundo en sus ediciones digitales y de papel. “Los supervivientes celebran su regreso contra Messi”, titulaba el alemán Bild. “La derrota más feliz del Chapecoense”, abría el italiano Tuttosport. Otros, como El Comercio de Perú, hacían hincapié en el sueño de Ruschel de intercambiar su camiseta con Leo Messi.
Los medios brasileños también se hacían eco. Lance! habla de una “tarde histórica y de homenajes”, mientras que Extra relata que “el Chapecoense recibió tratamiento de estrella” en el Camp Nou.