Carta abierta de los presidentes del FC Barcelona a Johan Cruyff

Barcelona, 24 de marzo del 2016

Gracias, Johan.

La muerte de Johan Cruyff es una noticia triste para todo el mundo del fútbol. Sus éxitos individuales y colectivos lo han convertido en uno de los mejores jugadores y entrenadores de la historia y la huella profesional y humana que ha dejado en nuestro club es enorme. Ante todo, queremos hacer llegar nuestro pésame a la familia Cruyff y a todos los compañeros de vestuario y personal del Club que, a lo largo de las diversas etapas como jugador y técnico, compartieron inquietudes, esfuerzos y las alegrías del éxito.

En un día como el de hoy, cada barcelonista podrá evocar sus recuerdos y vivencias en relación con Cruyff como líder y como símbolo. A nosotros, como presidentes del FC Barcelona, nos corresponde el inmenso honor de mostrar en nombre de todos los barcelonistas el agradecimiento hacia un hombre genial y rebelde que ha marcado de manera decisiva el futuro del club.

Debemos agradecer a Cruyff su trabajo como jugador y como entrenador y los títulos que consiguió. Pero, sobre todo, le tenemos que agradecer unos intangibles, que se mantienen hoy y deben perdurar mañana, que valen más que todos los títulos: Cruyff nos insufló altas dosis de autoestima y marcó un nuevo rumbo de éxitos para el FC Barcelona.

Con Cruyff empezamos a jugar de otra manera, rompiendo esquemas, innovando. Con él, tanto como jugador como en la faceta de entrenador, hemos consolidado un estilo propio en los campos, lo que se ha llamado "fútbol total", el estilo del Barça que admira todo el mundo.

La llegada de Cruyff cambió la historia del Barça, porque contribuyó a modificar de manera decisiva su mentalidad. Nos hizo levantar la cabeza y ver que ningún rival era invencible, que podíamos conseguir lo que nos propusiéramos. Cruyff fue el icono que explicó mejor que nadie que el Barça es más que un club, sin complejos, implicado en la realidad y el momento social, dispuesto a ir siempre adelante.

Sin este espíritu inconformista y desacomplejado de Cruyff, difícilmente estaríamos en condiciones de ser el club más grande del mundo. Por tanto, de nuevo, gracias Johan. Gracias al hombre admirado, gracias al icono social, gracias al crack del fútbol. Gracias por tu rebeldía, gracias por tu maestría y gracias por haber elegido al Barça y a Barcelona de la misma manera que para el Barça y para Catalunya has sido y serás para siempre uno de los nuestros.

Gracias, Johan.