La pionera que marcó el camino
Edelmira Calvetó Alsamora nació en Barcelona el 1 de julio de 1884, quince años antes de la fundación del FC Barcelona, una entidad integrada de manera exclusiva por hombres que querían practicar el fútbol. En 1902 los primeros Estatutos del Club dictaminaron oficialmente que sólo podían ser socios azulgranas "los varones españoles o Extranjeros", una normativa que los Estatutos de 1911 ratificaron.
Y es que a principios de la década de los años diez la afición por el fútbol seguía siendo exclusivamente masculina, pero Edelmira Calvetó era un caso especial. Cuando comenzó a asistir a los partidos del Barça en la calle Industria, acompañada de su marido, Pere Ollé, y un amigo, sintió algo especial. Los dos hombres ya eran socios barcelonistas, y Edelmira decidió que también lo tenía que ser, porque a ella le gustaba el fútbol y vibraba con aquel espléndido equipo de los Forns, Wallace y Comamala.
En 1912 Edelmira pidió a un amigo suyo, el jugador barcelonista Francisco Armet Pacan, que le ayudara a ingresar al FC Barcelona. Pacan le contestó que lo sentía, que la norma impedía a las mujeres ser socias barcelonistas. Ante esta negativa la Calvetó no se rindió y continuó insistiendo una y otra vez. Finalmente su esfuerzo tuvo recompensa y el 1 de enero de 1913, bajo la presidencia de Joan Gamper, Edelmira Calvetó fue admitida a los 28 años como socia barcelonista. De este modo, la norma aparentemente inamovible que consagraba la masculinidad del FC Barcelona quedó desmenuzada ante la férrea fuerza de voluntad de una mujer menuda pero combativa que moriría a los 75 años siendo todavía socia del Barça.
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