Joan Soler i Julià (1939-1940)
El doctor Joan Soler aceptó encabezar esta Comisión y el 6 de mayo de 1939 se convirtió en el primer presidente de la Entidad en la nueva época que se abría tras la guerra.
Los directivos que acompañaron Soler en la difícil tarea de relanzar el Club fueron hombres que ya habían trabajado para el Barça, como Jaume Guardiola, que asumió una vocalía, y Joan Bargunyó, que fue designado tesorero. Pero dentro la Comisión Gestora también había tres directivos de adscripción falangista impuestos por el régimen, cuya tarea era ejercer un rígido control sobre todas las actividades del FC Barcelona. La vigilancia a que las autoridades sometieron la Entidad fue tan fuerte que, incluso, entre el 18 de mayo de 1939 y el 9 de febrero de 1940 la policía abrió una ficha específica dedicada al Barça.
En estas condiciones tan difíciles, Joan Soler intentó sacar adelante una gestión orientada a recuperar los socios perdidos -habían bajado hasta 3.486-, reabrir el campo de Les Corts, reorganizar el trabajo administrativo y rehacer la plantilla. En este sentido, la política del presidente azulgrana fue reforzar el plantel, y por ello el primer entrenador después de la guerra fue Josep Planas, un técnico de la casa con grandes conocimientos sobre el fútbol base catalán.
Después de casi un año de mandato, el Comité Olímpico Español y el Consejo Nacional de Deportes decidieron unilateralmente el relevo de Joan Soler al frente del FC Barcelona, y el 13 de marzo de 1940 colocaron a la presidencia Enrique Piñeyro , marqués de la Mesa de Asta, un hombre totalmente afín al régimen y sin ningún vínculo con el Club.
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