Darío Brizuela: "Me gustaría ganar otra Copa, borrar esos sentimientos y quedarme con los nuevos"

Darío Brizuela ha casado desde el minuto uno con el barcelonismo y el FC Barcelona. Culer confeso desde pequeño, en su primera temporada de azulgrana ha escuchado cómo el Palau le dedicaba gritos de MVP y su importancia en la rotación de Roger Grimau ha aumentado de forma progresiva.

Hace un año, defendiendo los colores de Unicaja, ganó una Copa que no le trae un buen recuerdo, ya que su hijo recién nacido Bruno se encontraba en la UCI. Un año más tarde, y con el pequeño Bruno feliz en Barcelona, Brizuela habla a las puertas de jugar su primera Copa de culer, esta semana en Málaga.

Llevas ahora medio año en el Barça, más o menos. ¿Qué balance haces de estos primeros seis meses? ¿Están acorde a las expectativas que tenías? 

Bueno, intenté venir sin ningún tipo de expectativa. Vine aquí a disfrutar, a aportar lo que sé hacer y en ese sentido estoy muy contento porque estoy disfrutando y creo que estoy ayudando. Hay que entender que somos un equipo relativamente nuevo, con un entrenador nuevo, entonces hay que dar tiempo a estas cosas, pero estoy muy contento, estoy muy feliz y no me quejo de nada. 

En la presentación te preguntaron sobre tu primer gran salto a un gran club, con grandes expectativas de ganarlo todo y tus primeras experiencias en Euroliga. Desde fuera, no parece que te esté pesando mucho ese cambio. ¿Cómo estás viviendo este aumento de expectativas y dimensiones de club?  

Bueno, siempre he intentado tener una actitud de calma y de confianza con los cambios, sobre todo si son a mayor, tanto cuando fui a Málaga o cuando he jugado con la Selección. Y yo creo que esa actitud de estar tranquilo y tener confianza en el trabajo me facilita las cosas. Es verdad que la Euroliga es exigente y me costó un poquito empezar a encontrar mi hueco, pero bueno, estoy contento con cómo está el equipo en ese sentido. Al final, yo soy un jugador de equipo, intento ayudar y creo que estamos bien.

Estás teniendo también una muy buena conexión con el Palau. Recuerdo el partido contra Zalgiris, que te cantaron MVP. ¿Te imaginabas vivir algo así?

Es la primera vez en mi vida que me lo cantan. No me lo cantaron ni en Málaga, ni en Madrid cuando jugaba en Estudiantes. La conexión con el Palau es muy buena porque la afición es muy entregada, luego el pabellón es pequeñito y la gente está muy encima y se disfruta mucho. Estoy muy agradecido a cómo me han recibido.

Has jugado ya varias Copas, però supongo que jugarla con el Barça es algo distinto, por la presión y las expectativas que tiene la gente respecto a vosotros. Además, es en Málaga, un sitio que conoces bien.

Sí, sí, porque el Barça está obligado a competir todos los títulos y somos conscientes de eso, pero bueno, hay que afrontar cada partido, uno a uno, no agobiarse con que tenemos que ganar el domingo, primero tenemos que ganar el viernes. Es ilusionante estar en un equipo que compite por todo. Después de estar toda una vida en clubes en donde la copa es ilusionante pero, al fin y al cabo, no tienes esa presión de ganarla, pues es divertido estar aquí, en esta situación y con muchas ganas. Independientemente de que sea en Málaga, porque por mucho que haya sido mi ciudad y que mi hijo sea de ahí no vamos a jugar en casa ni me voy a sentir como que estoy jugando en casa. 

Hablabas del primer partido del viernes, que será contra el Manresa (18.00h), de los que tenemos referencias muy cercanas. Nos ha costado mucho ganarles fuera, y aquí en el Palau ganaron ellos. ¿Puede ser también un toque de atención el haber perdido contra ellos para no confiarse lo más mínimo en los quartos de final? 

Sobre todo en situaciones como la Copa: no hay factor cancha, todo es a un partido, hay mucha atención, mucha ilusión... Los equipos que se enfrentan al Barça y al Madrid juegan sin nada que perder, entonces hay que tener mucho cuidado. Y luego, al margen de eso, estamos jugando contra Manresa, que es un pedazo de equipazo, con un muy buen entrenador y, como tú has dicho, nos hicieron mucho daño en los dos partidos y tenemos que tener extremo cuidado con muchas cosas. 

¿Poder salir de Málaga con la Copa sería también dar un golpe encima de la mesa? Al principio de temporada no se pudo ganar la Supercopa. Luego ha habido altos y bajos, aunque Estáis bien situados tanto en Liga como en Euroliga. Pero bueno, poder ganar un torneo corto como la Copa, también sería mandar un mensaje a todos los demás.

Sería un plus y, sobre todo, un toque de confianza para todos para ver que el proyecto está muy bien, que estamos en el buen camino. No nos hace falta ganarla para seguir confiando en lo que tenemos aquí, pero sería ilusionante empezar este proyecto ganando el primer título importante y, bueno, es nuestra ilusión. Pero, como te he dicho antes, hay que pensar en el viernes, no hay que pensar tan a largo plazo. 

Imagino que para Darío Brizuela la Copa le deja de sensaciones encontradas. El año pasado la ganaste con Unicaja pero en tus declaraciones posteriores, obviamente, decías que no tenías un muy buen recuerdo de la Copa por lo que estaba sufriendo tu hijo recién nacido y tu familia también. Explícanos un poco cómo fue esa sensación y si un año después has podido saborear un poco más en tener una Copa en tu palmarés. 

Sinceramente no. Estoy muy feliz de ganar la Copa, fue muy especial y para el club y para mi familia también, pero no disfruté, y a mí me queda el recuerdo de haberme sentido un poco mal por irme y dejar a mi mujer con toda la situación. Sé que tengo una mujer que es una superheroína y sí que pudo ella con todo, pero bueno, sufrí mucho. Sufrí mucho todos los días. Incluso el día que se ganó la Copa, lo primero que hice fue irme al vestuario a hablar con mi mujer. Es un buen recuerdo y al final es algo que va a quedar en mi palmarés, pero cuando echo la vista atrás no lo recuerdo con felicidad, sino con mucha oscuridad. Afortunadamente todo salió bien y y no hay que hablar más de ello pero a mí se me quedan, como tu dices, sentimientos encontrados con todo y bueno, me gustaría ganar otra Copa, borrar esos sentimientos y quedarme con los nuevos.

Por eso te iba a preguntar justamente. A título personal, ¿ves esta Copa como una oportunidad de reconciliarte tú mismo con el torneo?

Sí, estaría bien, y sobre todo celebrarlo con mi mujer y mi hijo, que en este caso sí que van a estar. Sería especial, pero bueno, por encima de todo esto, que mi hijo esté bien y que pueda venir a mis partidos es mucho más importante que poder celebrar un título. Entonces, poder ir a la Copa y ver a mi hijo ahí ya es un premio para mí, un triunfo.

En todo caso, Darío Brizuela y la Copa han tenido una buena relación deportiva. En los dos cuartos de final que jugaste con Unicaja contra el Barça, primero metiste 33 puntos, aunque perdísteis, y el año pasado ganásteis y metiste 27. ¿Cómo se prepara mentalmente un jugador para la Copa? ¿Cambia algo? 

No cambia mucho, porque al final es un partido de baloncesto. Las líneas están a la misma distancia, la canasta está a la misma altura, es lo mismo, pero la sensación que te queda muchas veces, sobre todo cuando juegas en cuartos contra un Barça es que no tienes nada que perder. Sales con mucha libertad, con ganas de disfrutar, con saber que puedes dar la sorpresa, y bueno, lo que me ocurrió esos dos días fue que empecé metiendo la primera y me fui encontrando bien. También he tenido más Copas en las que he jugado mal el primer partido y el segundo. Al final, lo que tiene la Copa es esto, que cada partido es a vida o muerte y hay mucha ilusión. Si juegas con equipos que en teoría son los de abajo, juegas sin miedo a nada, sin presión y se disfruta mucho.

A nivel de equipo, esta Copa ayuda también a romper la rutina de viajes, liga, euroliga... todo el día a día en el que estáis metidos. Si es cierto que viajáis a Málaga, pero si las cosas salen bien estaréis cuatro días en un mismo sitio y compitiendo por un título.

Bueno, lo afrontamos como un viaje más. Esperamos quedarnos los 3-4 dias, però al final la temporada sigue. No es como un corte de "se juega la Copa y nos olvidamos". Es un viaje más, una competición super importante y se afronta como tal. No tenemos que pensar que es algo muy diferente.

Supongo que también será una Copa especial para el entrenador, Roger Grimau. Se podría decir que, más o menos, llegásteis al mismo tiempo. En su caso, el hecho de subir al primer equipo. En tu carrera ya te habías encontrado con entrenadores que no tenían experiència en primer equipo como él, ¿como está siendo vuestra relación?

Sí que he tenido más experiencia de este tipo, pero con Roger está siendo todo muy fácil, está yendo muy bien. Desde el primer día que llegué aquí, nuestra primera conversación no fue de baloncesto y al final dice mucho eso del tipo de persona que es. Se concentra mucho en que estemos bien, en nuestra persona. Él se preocupó mucho por que mi familia estuviera cómoda en Barcelona y de ahí ya ha surgido el resto. Mi relación con él es muy buena. Está demostrando que está preparado para este puesto y estamos a muerte con él, que es lo fundamental.

Y esa adaptación a Barcelona, más allà del club y la ciudad... ¿te estás sintiendo cómodo? ¿Sientes Barcelona como tu casa?

Si, estoy feliz, y mi mujer está muy feliz, que es lo más importante. Estoy muy cerca de San Sebastián, mis padres pueden venir más a menudo, mis suegros también, mi hermano también, entonces para mí es importante. Ya conocía la ciudad porque había venido más veces, y mi padre al final ha tenido mucha relación con esta ciudad, y estoy a gusto y estoy disfrutando. No tengo mucho tiempo tampoco para disfrutar la ciudad como me gustaría, pero el poco tiempo que tengo me gusta.

¿Cómo de importante es tener una estructura familiar sólida detrás para una vida tan ajetreada como la vuestra, con tantos viajes? El hecho de poder estar aunque sea un día en casa y saber que estarás bien.

Fundamental. Yo se lo digo a mi mujer, que me encanta no sentirme jugador de baloncesto por un día, como fue ayer, que tuvimos día libre. Para mí, al menos, sería imposible lidiar con tanto viaje y tanto partido sin poder llegar a casa y tener a alguien ahí para hacerme ver que no solo soy un jugador de baloncesto y que tengo una mujer a la que cuidar o un hijo con el que jugar. Para mí es lo más importante y el baloncesto, como siempre digo, es lo más importante de lo menos importante. 

Hablando de lo más importante de lo menos importante, ¿cómo te imaginas el final de tu primera temporada? Si lo visualizas de aquí a seis meses, ¿cómo quieres que sea ese verano? 

Pues quiero pensar que nos ha ido muy bien, que he disfrutado, que hemos levantado uno o más títulos y bueno, es mi ilusión estar aquí y levantar títulos. Para mí estar aquí es un sueño y una oportunidad de poder levantar todos los títulos que están en juego. El año se mide por el esfuerzo que has hecho, por lo que has mejorado y si has conseguido objetivos y yo creo que de momento estoy en el camino para cumplir los tres.