Un año de una final que lo cambió todo
Este domingo FC Barcelona y Real Madrid disputarán la final de la Supercopa de España. Un nuevo Clásico para decidir un trofeo que se tiñó de azulgrana la pasada temporada, cuando catalanes y madrileños ya disputaron la final de la competición en Arabia Saudita. Una exhibición de los hombres de Xavi Hernández llevó el trofeo a casa y dio lugar al primer título de la era del técnico egarense en el banquillo de Can Barça.
Una liberación en forma de título
La copa levantada en Riad fue la primera alegría de la temporada en tierras barcelonesas, y seguramente un punto de inflexión de cara a los objetivos restantes de la campaña. De hecho, también se acabó consiguiendo la Liga de forma estelar. Tras ganar la Supercopa, Xavi ya lo dejó entrever: “Estoy muy contento por mis jugadores, que han recibido muchas críticas injustas, y hoy se han liberado. Esto da mucha confianza y tranquilidad para trabajar”. Dicho y hecho.
El partido extraordinario de futbolistas como Gavi, Lewandowski o Pedri permitieron la adhesión del apodo de Supercampeones. Pese a que el centrocampista andaluz no podrá repetir la final ante el Madrid por su grave lesión, el equipo intentará contagiarse de su ambición e intensidad para repetir la misma hazaña de la pasada temporada.
¿Un nuevo punto de inflexión?
La final repetida de este domingo contra el conjunto blanco podría provocar otro punto de inflexión en la plantilla culé. Con la intención de no descolgarse de las primeras posiciones de la Liga y con las eliminatorias de octavos de la Copa y de la Champions en el horizonte, el Barça buscará el primer título de la temporada en tierras saudíes, una vez más, para empezar el año con buen pie y poner la primera piedra en un camino que lleve a más celebraciones esta temporada.
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