Immaculada Cabecerán
En otoño de 1970 Inmaculada Lala Cabecerán era una joven aficionada culé de dieciocho años. La vocación barcelonista de Inmaculada le venía desde pequeña, cuando su padre la llevaba al Camp Nou, como antes lo había hecho con su hermana, y ella quedaba embobada por aquel deporte que entonces estaba todavía vetado a las mujeres. Lala jugaba al fútbol en la calle con su hermano pequeño y con el paso del tiempo tomó plena conciencia de su vocación: quería ser futbolista del Barça. Al enterarse de que en Inglaterra, Italia y otros países había equipos femeninos, pensó que era necesario que su club tuviera también el suyo.
De esta manera, una mañana de noviembre de 1970 Imma se vio con Agustí Montal en las oficinas del Club. En el transcurso de la reunión, el presidente azulgrana prometió que si Imma encontraba suficientes mujeres para formar un equipo de fútbol, el Barça le acogería y apadrinaría. En este sentido, el 17 de noviembre de 1970 la Revista Barcelonista publicó un anuncio de Cabecerán pidiendo chicas para formar un equipo femenino de fútbol dentro de la órbita del FC Barcelona. Gracias a esta convocatoria se pudo formar a toda una plantilla de dieciséis valientes pioneras.
Su debut tuvo lugar el día de Navidad, en el propio Camp Nou. El rival era la UE Centelles y el partido se encuadraba dentro del festival benéfico que por aquellas fechas solía hacerse tradicionalmente en el coliseo azulgrana. El resultado final fue de 0-0, pero el nuevo Barça Femenino (primigeniamente conocido por “Selecció Ciutat de Barcelona”) se impuso en los penaltis por 4-3. Inmaculada, que jugaba de falsa delantera centro, fue la protagonista de la jornada al transformar dos lanzamientos desde el punto fatídico. Una jornada histórica y de gran recuerdo para todas y cada una de esas pioneras que sin embargo se vio enturbiada por la actitud y los comentarios de una parte del público asistente, incapaz de entender que las mujeres tenían tanto derecho a jugar al fútbol como los hombres.
Desgraciadamente, la carrera futbolística de Inmaculada Cabecerán fue muy corta, ya que colgó las botas en una fecha tan temprana como en junio de 1971. Lo hizo después de haber aguantado lo que no estaba escrito en los diversos campos de la geografía español, pero los motivos fueron estrictamente familiares.
Trayectoria
- Temporadas en el Club: 1970-71