"Marqué con la pierna izquierda, con la cabeza... y con el corazón"
Hola culers! Me apetece mucho explicaros mi vivencia, y la de todo el equipo, en Eindhoven. Como habíamos dicho antes de viajar, después de haber ganado la primera Champions en Göteborg en plena pandemia y de la decepción de Turín, teníamos muchas ganas y nos hacía mucha ilusión poder compartir de nuevo este momento con nuestra afición.
El apoyo culer en Eindhoven
Os hemos sentido muy cerca durante toda la temporada. Habéis llenado nuestro fortín, el Johan Cruyff, cada semana y habéis batido récords en cada ocasión que hemos pisado el Spotify Camp Nou. Sabíamos que en los Países Bajos no nos fallaríais.
Supimos que seríais alrededor de 10.000 en las gradas, venidos de todas partes. ¡Algunos incluso habiendo hecho un viaje de 21 horas en autobús! ¡Es increíble! Que sepáis que durante todo el día de la final os sentimos desde el hotel. Por la mañana, cuando desayunábamos, mientras esperábamos la hora del partido... El momento de subir al bus para ir hasta el estadio ya fue mágico. ¡Pensaba que no podríamos ni salir de allí! ¡Cuánta energía positiva que nos transmitistéis!
¿Qué os puedo comentar del partido? El primer gol en contra tan pronto fue un duro golpe, pero el equipo reaccionó muy bien, con un juego reconocible y ofensivo. Sólo se jugaba en el campo del Wolfsburgo y tuvimos numerosas oportunidades buenas para, al menos, empatar. No se logró y el rival nos marcó el 0-2, diría que en su segunda llegada clara a nuestra área... Sin embargo, ni ninguna de mis compañeras ni yo misma perdimos la confianza en lo que estábamos haciendo.
Líder de la reacción azulgrana
Al descanso, Jonatan nos acabó de tranquilizar y nos animó a seguir igual. Había que ajustar unos pequeños detalles tácticos y la pelota acabaría entrando. Y efectivamente. El inicio de la segunda parte fue clave. Enseguida, con la izquierda y con la cabeza (y con el corazón, si me lo permitís) tuve la suerte de hacer, por fin, los dos goles que nos merecíamos y que nos devolvían la calma para seguir haciendo nuestro fútbol.
Teníamos un gran oponente delante, muy físico y con mucha calidad, pero notábamos que estábamos siendo mejores y que no se podía escapar. Toda una demostración de mentalidad ganadora. El 3-2 de Frido fue la apoteosis colectiva. ¡La segunda Champions ya era nuestra! Cuando pitó el final fue una explosión de felicidad. Nos abrazamos, cantamos, reímos, lloramos, levantamos la copa... Y tuve el honor de ser escogida MVP de la final... Todo con vosotros al lado. Poderlo celebrar todos fue indescriptible.
Supongo que imagináis la euforia y la fiesta que hubo en el avión de vuelta y cuando aterrizamos en Barcelona... Al día siguiente volvió a ser memorable. Hacía mucho tiempo que el Club no hacía una ofrenda en la Plaça Sant Jaume y fue un honor estar por primera vez con el Femenino. Desde los balcones de la Generalitat y del Ayuntamiento nos lo pasamos en grande mencionando la Teoría del 2 o felicitando a Bruna por su cumpleaños. Creedme que vuestras caras de alegría allá abajo no se nos borrarán nunca.
Ésta os la debíamos y este equipo, ya lo sabéis, cuando se pone algo en la cabeza no para hasta conseguirlo. Ahora toca descansar. Nos reencontraremos la próxima temporada con nuevos retos y objetivos. Y seguro que contaremos con vosotros para conseguirlos.
¡Hasta pronto, culers! ¡Enhorabuena, afición!
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