ENTREVISTAS MUNDIALES: BOUDEWIJN ZENDEN (II)

Boudewijn Zenden (15 de agosto de 1974 en Maastricht, Países Bajos), azulgrana entre 1998 y 2001, disputó un total de 54 partidos con la selección de Países Bajos, en los cuales anotó siete goles. Pero entre ellos, destacan los cuatro partidos en los que participó en el Mundial de Francia de 1998, donde con apenas 23 años, defendió los colores de la selección 'Oranje', que acabó en cuarta posición. Hablamos con él sobre aquella experiencia mundialista.

Se acerca el Mundial de Qatar 2022, pero hace 24 años, jugaste la Copa del Mundo de 1998 en Francia. ¿Qué recuerdas de aquella cita mundialista?

"Fue mi primer gran torneo. Después disputaría también dos Eurocopas, pero aquel sería mi primera gran cita con la selección. Yo era uno de los más jóvenes del equipo, y aquel Mundial es uno de mis mejores recuerdos. Teníamos un equipazo, una plantilla para ganar el Mundial. Como en todos los torneos, quieres ir creciendo y progresando durante la competición, y nosotros en cada partido estábamos mejor".

Aquella fatídica tanda de penaltis ante Brasil...

"Fuimos pasando rondas y llegamos a semifinales ante Brasil, donde además yo fui titular. Empatamos en los 90 minutos, pero al final acabamos perdiendo en los penaltis. Fue una gran decepción, pensábamos realmente que podíamos ganar aquel Mundial".

¿Hubieses tirado algún penalti si hubieses estado aún sobre el terreno de juego? 

"Podría ser... sí. Pero nunca se sabe". 

En el partido del tercer y cuarto puesto, una despedida con sabor amargo.

"Después de aquella eliminación, jugar el partido por la tercera y cuarta plaza fue demasiado para muchos. Siempre tienes la mentalidad de ganarlo, pero era complicado. Además, jugamos contra Croacia, que para ellos ser 3º o 4º ya era espectacular, y su motivación fue mayor. Nos ganaron 2-1, pero el buen recuerdo es que yo marqué el único gol nuestro en aquel partido".

"Esto pasa en el fútbol, tienes recuerdos que son a la vez feos y también bonitos. Me pasó también con el Liverpool: jugué la final de la Champions del 2007 contra el Milan, pero perdimos 2-1. En parte, siempre puedes decir que jugaste una final de Champions y es algo positivo, pero si la pierdes te queda ese mal sabor de boca. Me pasó lo mismo en el Mundial del 98. Pero aun así, me queda un buen recuerdo, fue un torneo brutal. Y los aficionados holandeses también estuvieron espectaculares, fue una gran fiesta".

Aquella era una plantilla repleta de cracks mundiales, con hasta 11 jugadores con pasado azulgrana: Reiziger, Frank de Boer, Ronald de Boer, Kluivert, Cocu, Overmars, Bogarde, Davids, Van Bronckhorst, Hesp y, obviamente, Zenden. ¿Cómo os llevábais? 

"Teníamos un equipazo, eran jugadores que casi todos jugaron en grandes equipos a grande nivel. En la Juve, en el Manchester United, en el Barça... casi todos jugábamos de titulares en algún grande que disputaba la Champions. Fue un gran grupo, y no tuvimos ni problemas ni polémicas a pesar de convivir muchos días juntos. 

"Era un vestuario lleno de cracks, pero el rol de líder lo tenían los jugadores con experiencia, los mayores, como Frank de Boer, el capitán, o también Bergkamps o Davids, entre otros". 

¿Cómo era entonces una concentración con el grupo?

"En aquel año hubo bastante seguridad, pero también teníamos mucha libertad. Hoy en día es distinto, entonces podíamos salir fácil del hotel, ir a dar un paseo o ir a los Beach Clubs de Mónaco, donde estuvimos casi tres semanas concentrados. Hoy en día no puedes salir ni de tu habitación, prácticamente. Pero para la formación y la cohesión del grupo, tener esta posibilidad va muy bien. Salimos todos a cenar a un restaurante en Mónaco, todo el equipo, y esas cosas hoy en día son más complicadas con la seguridad, las redes sociales y demás. Aquello fue un punto muy positivo".

¿Algún recuerdo en especial de la estancia en Mónaco?

"Recuerdo que compartía habitación con Jaap Stam, así que... ¡Podía dormir tranquilo con él al lado! Jugábamos los dos en el PSV en aquel entonces, y luego él se fue al Machester United y yo al Barça".

"Pasaron mil vivencias y anécdotas durante la concentración, pero recuerdo especialmente un día en el que teníamos tiempo libre, fuimos a un Beach Club de Mónaco y alquilamos unas motos de agua. Dos compañeros chocaron entre ellos y la moto acabó bastante dañada, pero por suerte los jugadores estaban bien, ninguno se lesionó". 

¿Cuál fue el momento más especial de aquel Mundial?

"Mi mejor momento personal -y el que más sentimientos me causó- fue cuando salí de titular en las semifinales ante Brasil. Estar allí en el 11 inicial, escuchando el himno nacional. Mirabas alrededor y veías un 50% del estadio de color naranja, con toda tu afición animando. Y la otra mitad, todo amarillo con los brasileños. Fue un momento inolvidable". 

Vamos ahora al presente, 24 años después. Llega un nuevo Mundial, con hasta 16 jugadores azulgrana convocados con sus respectivas selecciones. Dos de ellos, Frenkie de Jong y Memphis Depay, estarán con la selección de tu país, Países Bajos, y además, dirigidos por Louis Van Gaal, quien fue tu entrenador durante tu etapa como azulgrana. ¿Cómo los ves?

"Seguramente hay otras selecciones que tienen más calidad individual que Países Bajos, pero, como bien ha dicho Van Gaal, el equipo favorito no siempre gana el Mundial. Lo que vale es si tienes un conjunto que lucha como equipo, como amigos".

"Van Gaal piensa que tiene esa posibilidad de ganarlo, pero todo dependerá también de la forma de los jugadores. Hay que ser honesto también, y Memphis vuelve de una lesión, Van Dijk no está en su mejor momento, algunos de los jugadores del Ajax no están en su mejor nivel... pero cuando te pones esa camiseta 'Oranje' y se juega como equipo, todo puede pasar".

A Louis como entrenador lo conoces bien, pero durante el Mundial del 1998 quien os dirigía era Guus Hiddink. ¿Qué similitudes y diferencias ves entre ellos?

"Son muy distintos. Ambos ha entrenado en España, pero son dos tipos diferentes, cada uno a su manera quiere que su equipo juegue lo mejor posible. Van Gaal, en el Mundial del 2014, fue quien dijo que con el 4-3-3 no llegaríamos donde queríamos, y jugó con el 5-3-2, con tres centrales y dos carrileros. Y creo que en este Mundial va a hacer lo mismo. Para ello es importante Dumfries en el carril derecho, que parece que podía estar lesionado, pero todas las selecciones tienen problemas de lesiones. Senegal con Mané, Inglaterra con Maddison... tendremos mejor visión sobre los equipos cuando realmente salgan sobre el campo, ahora mismo es complicado decirlo".

Es un Mundial muy peculiar, disputándose en medio de la temporada. ¿Hay favoritos?

"Normalmente, antes del Mundial tienes tres o cuatro semanas de preparación y con partidos amistosos, y ahora no tienes nada, pasas de la Liga al Mundial en una semana. Hay que ver quién sale en el campo, por qué por ejemplo, sobre el papel Francia tiene un gran equipo, pero ahora tienen lesionados jugadores importantes como Kimpembe, Kanté, Pogba... tengo muchas dudas. También, parece que sobre el papel tienes siempre a Alemania, que va a ser fuerte en estos torneos, y luego también Brasil y Argentina. La albiceleste también tiene lesionados, y Brasil tiene seguramente la plantilla más equilibrada con grandes jugadores en todas las líneas... veremos".

¿Cómo ves al resto de los azulgranas convocados para el Mundial?

"El Barça tiene grandes jugadores, por eso tiene también muchos internacionales en el Mundial que van a llegar a las siguientes rondas. Me gustaría ver a Lewandowski como máximo goleador, pero para ello deberá pasar de rondas con Polonia y no será fácil. El máximo goleador será seguramente de alguna selección que llegará a las últimas rondas".

"También me gusta siempre ver a los jóvenes en estos torneos, y jugadores como Gavi y Pedri con España, estará bien ver cómo disputan estos partidos del Mundial, por la experiencia que ganarán para el equipo".

Después de las semifinales del 98, cuando más cerca estuvo Países Bajos de ganar el Mundial fue en 2010, en aquella final ante la selección española repleta de azulgranas. ¿Cómo la viviste?

Recuerdo vivir aquella final muy nervioso. Aún más cuando mi cuñado, John Heitinga, fue expulsado con doble amarilla. Países Bajos estaba jugando bastante bien, pero con 10 jugadores era más complicado, ya que España sabía tocar muy bien y manejar el balón. Además, encajar un gol en la prórroga es siempre algo muy difícil, nosotros ya intentábamos aguantar hasta los penaltis. Pero en la cabeza de todos está el uno contra uno de Robben contra Casillas, que lo saca con el dedo del pie. En ese momento, si metes el 1-0, ganas la final. Una final se juega con los detalles, y una ocasión así... decide un Mundial".

Y actualmente, ¿qué proyectos tienes?

"Hasta julio pasado estuve en el Jong PSV, el filial del PSV, como entrenador individual con los atacantes. El Club quería que me quedase con algún equipo de las categorías inferiores, pero decidí que no. Aun así, aún tengo buena relación con ellos y el Club, hace unas semanas viajé con ellos, pero un rol como tal no tengo actualmente. También mi hijo juega en las categorías inferiores del PSV. Yo actualmente trabajo como analista en la televisión".