4 momentos que definen a Ter Stegen

Ter Stegen cumple 28 años. Un nombre que vuela partido tras partido para evitar goles. Uno de los porteros más destacados de la historia azulgrana, caracterizado por su tranquilidad bajo palos. Este 30 de abril, en el aniversario del alemán, repasamos 4 momentos que explican su juego y su personalidad.

1. Una primera mano robusta

El guardameta del Barça interviene poco. Incluso, a veces, en una sola aproximación, decisiva para el resultado final. Por lo tanto, estar bajo palos azulgranas requiere concentración del primer hasta el último segundo. Una capacidad que el de Mönchengladbach demostró desde su debut. Corría el minuto 91, el FC Barcelona ganaba por 1-0 al APOEL y, en el único disparo peligroso de los chipriotas en aquella jornada 1 de la Liga de Campeones 2014/15, apareció el firme guante derecho de un Ter Stegen casi inédito.

Esta no sería la única mano fuerte que ha exhibido el alemán con el Barça. Porque muchas veces la palma, tanto la derecha como la izquierda, han repelido disparos potentes del fondo de la red. Una quietud que este portero de mentalidad robusta ha mantenido ocasión tras ocasión gracias a su catálogo infinito de intervenciones. Hasta 591 paradas en 224 partidos. Cabe destacar el recital que firmó el Clásico de 2017 en el Bernabéu; es el partido de Liga donde ha realizado más acciones decisivas, un total de 12. En los escenarios imponentes deja una marca indeleble. 

2. Una reacción veloz

Los seguidores del Bayern de Múnich ya celebraban el gol de Lewandowski. Pero sobre la misma línea de cal, un muro viró la gloria hacia el lado barcelonista. Era el minuto 39 de la vuelta de las semifinales de la Champions 2014/15 y el elenco bávaro buscaba dar la vuelta al marcador y a la eliminatoria. La figura gris, arrodillada en el suelo después de una intervención a bocajarro, se repuso a la velocidad de la luz para completar una de las paradas más memorables.

Y ya sabemos que la mecánica alemana puede repetir la extrema dificultad. Más adelante demostraría, de nuevo, su velocidad de reacción. Esta vez con una doble negación de gol al Sevilla en el Camp Nou en la  pasada competición regular. Dos paradas que agrandaron sus estadísticas salvadoras con el FC Barcelona. Unas cifras, que desde su llegada y contabilizando todas las competiciones, reflejan un promedio de 61% de efectividad en paradas; sin duda, un argumento de peso para ver victoria culé tras victoria. De hecho, no es casualidad que el teutón sea el jugador que más jornadas ha enlazado sin perder en la historia de La Liga: 42, entre 2016 y 2018. 

3. Dos asistencias milimétricas

El dominio y la precisión de Ter Stegen con los pies va más allá de la construcción del juego desde la zona defensiva. Porque el guardián de los tres palos barcelonistas también ha adoptado la figura de asistente de gol. En concreto, esta temporada 2019/20. En la jornada 7 de la Liga, el 1 que nunca pierde el balón de vista, con la pierna izquierda, conectó con Suárez para abrir el marcador en el campo del Getafe. Una acción que repetiría meses más tarde, en la jornada 16, ante el Mallorca. Aunque también serviría para iniciar la cuenta goleadora culé, esta vez la asistencia sería con la pierna derecha y hacia Griezmann.

Unos hitos históricos. Porque son las únicas asistencias de un guardián de los tres palos del FC Barcelona en un partido de Liga en el siglo XXI.

Dos asistencias que elevaron la efectividad y el control del 1 con el balón en los pies. Sus registros desde que es azulgrana han oscilado entre el 88% y el 76% de acierto. Y nada menos que en una cantidad elevada de pasadas; 1097 este curso. Porque su importancia en la construcción del juego es trascendental. Partido tras partido, el último hombre barcelonista, o en este caso el primero, demuestra ser un guardameta valiente y acertado en el pase.

4. Una recuperación de balón salvadora

Ter Stegen comenzó en el mundo del fútbol siendo centrocampista. Un centro del campo que el 8 de marzo de 2017 ocuparía repentinamente con la vestimenta roja de cancerbero. Verratti, en un horizonte lejano, tenía el desértico marco culé. Pero, no se esperaba que el 1 culé, que había subido al ataque para rematar, le quitara limpiamente la pelota por detrás. Tras esta milagrosa recuperación, el siempre perseverante teutón fue objeto de falta. Un tiro indirecto que desembocaría en una remontada histórica: Barça 6 - PSG 1.

Una acción más que define a Ter Stegen. Un portero moderno, frío, seguro, que transmite que cualquier partido se puede ganar.