El año de Joan Gamper en Lyon
El FC Barcelona reanuda su campaña europea la próxima semana con un viaje a Lyon. Una ciudad que el club visitó por primera vez para jugar un amistoso en 1960, pero la conexión entre la tercera ciudad más grande de Francia y el club catalán es mucho más antigua. Y es que fue aquí donde Hans (Joan) Gamper pasó un año de su vida antes de trasladarse a Catalunya y fundar el FC Barcelona en el año 1899.
Sólo tenía 19 años (era el año 1897), cuando cambió su Suiza natal por las orillas del Ródano para trabajar de contable en la Crédit Lyonnais, pero ya era uno de los futbolistas más destacados de su país, y nada más ni menos que el fundador del FC Zurich. En Francia, no tardaría nada en encontrar un equipo donde seguir su pasión, pero jugando con unas reglas bien distintas a las que él conocía.
La Union Athlétique de Lyon fue un club de rugby, pero siendo el polideportista que era, Gamper se acostumbró muy pronto al mundo del balón ovalado. Las crónicas de los partidos indican que se convirtió muy pronto en el pateador principal de su equipo. Como podemos leer en la revista deportiva de la época, Lyon Sport: “Aunque sólo había jugado el fútbol ‘association’ aprendió las reglas del rugby muy rápido, contribuyendo la excelente calidad de sus golpes de pie a nuestro primero equipo. Sus espléndidos golpeos y regates le han colocado entre los mejores jugadores de la región”. Pero el helvético no había perdido nada de su amor por el 'fútbol 11', y también quiso unirse al FC Lyon, que en esa época era el equipo principal de la ciudad.
Pero en aquellos tiempos, no fue tan fácil cambiar un tipo de fútbol por otro. Hubo una verdadera ‘guerra’ entre los dos ‘códigos’, con la Federación Francesa de Rugby tan contraria al profesionalismo en el fútbol que creó una ley dictando que a cualquier persona que practicaba el deporte rival se le prohibiría jugar al rugby durante un año.
Sin embargo, y a pesar de las protestaciones del Athlétique, se acordó una dispensación especial para Gamper, según se desprende porque la norma no se podía aplicar a su caso. Exactamente el por qué no está claro, pero quizás tuviera algo que ver con su condición de extranjero. Al final poco importaba. Cuando empezó la nueva temporada de rugby, Gamper ya se había vuelto a Suiza y en noviembre 1898 se instaló en una nueva ciudad: Barcelona.
Naturalmente, quiso seguir disfrutando de su gran pasión, pero muy a su pesar descubrió que el fútbol organizado fue casi inexistente en la capital catalana. Siendo el hombre de iniciativa que era, decidió hacer algo para corregir la situación. Y el resto, como dicen, es historia…
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